Hay lugares que pasan desapercibidos, que parece ser que nadie les presta atención, como si no existieran. Así le ocurre a San José. Cuando uno piensa en Costa Rica le vienen a la mente imágenes de bellos parajes, de actividades de montaña y aventura, parques naturales, playas, abundante vegetación y flora de lo más variada, animales y, últimamente ,también la selección de fútbol… Pero difícilmente nadie piense en una ciudad, y, en cambio, San José tiene mucho que ofrecer.
Aquí os mostramos cinco lugares para descubrir la ciudad y así deje de estar oculta.
Teatro Nacional
El Teatro Nacional de Costa Rica, paralelo a la Avenida Central, es uno de los edificios más bellos de San José, y, probablemente, al que más cariño le tengan los costarricenses. Se empezó a construir a finales del S. XIX cuando la ciudad aún no superaba ni los 20.000 habitantes, lo cual indica la importancia que se le daba a las artes y a la cultura en la ciudad colonial. Hoy en día su escenario ve más de trescientas representaciones anuales.
Su construcción se pagó con impuestos que grabaron la importación del café. El resultado fue un edificio impresionante, tanto en su exterior como en el interior, rico en ornamentación y siguiendo el estilo rococó. Su cúpula metálica fue construida en Bélgica y montada en San José. Se puede visitar y realizar un recorrido, no solo por la historia del teatro, sino, a la vez, por la propia historia de la ciudad.
Parque España
Un buen lugar para descansar de una caminata por San José es el Parque España. Pequeño y con sus caminos pavimentados, hay diferentes estatuas referentes a la historia del país y tiene un aire selvático por la cantidad de plantas tropicales que hay. Alrededor del mismo se encuentran algunos edificios importantes de la ciudad como el Edificio Metálico, el Centro Nacional de la Cultura o la Casa Amarilla.
Museo Nacional
Más que un símbolo nacional; el antiguo Cuartel de Bellavista es hoy sede del Museo Nacional de Costa Rica, y esto, en un país sin ejército, es toda una declaración de principios. El museo existe como institución desde 1887, pero los edificios que ocupó anteriormente no se conservan.
El recorrido por las salas del Museo Nacional nos lleva a conocer colecciones de objetos acerca de historia natural, arqueología e historia nacional. El museo destaca como un excelente primer paso para conocer las excepcionales esferas precolombinas de Costa Rica.
Mercado Central
Todos los mercados son buenos lugares para hacerse con el ambiente de un destino, una aproximación al espíritu de la vida real y cotidiana. El Mercado Central de San José es el mayor de los mercados de la ciudad.
Similar a un zoco árabe, el mercado es una sucesión de puestos de carnes, flores, pescado, frutas y verduras, café y artesanías varias, que se recorren a través de unos estrechos callejones y donde se puede parar a hacer el desayuno en alguna de las muchas soda, como se conocen los restaurantes en Costa Rica, a base de gallo pinto y algún refresco de fruta. Entre los callejones el visitante se encontrará con una imagen del Sagrado Corazón de Jesús.
Avenida Central
Las avenidas van de este a oeste y las calles de norte a sur, y esta es la única regla que uno debe cumplir para no perderse en la ciudad. A partir de aquí, es obligatorio pasear para tomar la medida a San José. Una ciudad llena de vitalidad, donde nunca se para y siempre hay algo que hacer. Y la Avenida Central es el mejor ejemplo de esta idiosincrasia urbana.
La Avenida Central de San José es una de las calles más animadas y donde encontrarás todo tipo de comercios y vendedores ambulantes que llenan la calle de voces y referencias. Hoy la Avenida Central no tiene nada que ver con aquella primera calle de tierra, sino que se ha convertido en todo un boulevard con centros comerciales, cafeterías, restaurantes y tiendas de todo tipo. Para descansar, uno encontrará los bancos de la Plaza de la Cultura, justo al lado del Teatro Nacional, donde también se puede hacer una parada para visitar los Museos del Banco Central.