Un laberinto para perderse en Barcelona

31/03/2015

Laberint-dHortaDesde el mito del Minotauro que todos sabemos que el mejor lugar para perderse es un laberinto. En el mundo, hay muchos laberintos diferentes que desafían nuestra orientación, pero hoy vamos a hablar de uno particular que se encuentra en Barcelona, porque, a veces, perderse puede ser un plan divertido.

El Laberinto de Horta está considerado como uno de los laberintos más bellos que se pueden recorrer en el mundo. En realidad, el de Barcelona, se trata de un jardín con forma de laberinto, que sigue la tradición que se empezara en Inglaterra en el siglo XII de jardines de setos, donde era fácil perderse, y, por lo tanto, disfrutar de un encuentro amoroso de forma clandestina y lejos de miradas curiosas. Otros laberintos vegetales famosos, como el que encontramos en Barcelona, son el de la plantación Dole en Oahu, Hawai, o el de Reignac-sur-Indre.

“Entra, saldrás sin rodeo, el laberinto es sencillo, no es menester el ovillo que dio Ariadna a Teseo”

Esta es la invitación a entrar al Laberinto de Horta. Así que, ¿qué tal si nos atrevemos a perdernos? Pero recordad, que nadie sale del laberinto tal como entró.

El antiguo Laberinto de Horta

En el Barrio de Horta, antiguo barrio de nobles y mercaderes, se encuentra el Parque del Laberinto de Horta, que además de ser uno de los laberintos más bellos del mundo, se trata del jardín más antiguo que se conserva de toda la ciudad de Barcelona. El parque se encuentra en la antigua finca de la familia Desvalls y su construcción se inició a finales del siglo XVIII.

El conjunto del parque es una buena opción para perderse y pasar un rato divertido en Barcelona, y, seguro será para los más pequeños de la familia una gran aventura.

El Parque tiene una extensión de más de nueve hectáreas y está dividido en dos partes. Es en el jardín neoclásico, en la primera terraza, donde se encuentra el laberinto, formado por cipreses, con una superficie de dos mil doscientos cincuenta metros cuadrados, y decorado con motivos mitológicos, donde aparecen, como no podía ser de otra forma, Ariadna y Teseo, o Eros en el centro del laberinto (si es que consigues encontrarlo). Fuera del laberinto, en una gruta, se encuentra la cabeza del guardián del laberinto, el terrorífico Minotauro. En la segunda terraza hay un mirador desde el cual se puede observar si el camino que emprenden los visitantes es el correcto o no, y en la tercera terraza un pabellón neoclásico y un gran estanque son el espacio ideal para acabar de relajarse después de tantas aventuras.

Además del laberinto, en el parque se puede observar el antiguo palacio de la familia Desvalls, un edificio de estilo neogótico que no desentona para nada entre tanta fantasía. Y como una última curiosidad, en el parque, en 2006, se rodaron algunas escenas de la película que sirvió de adaptación cinematográfica de la novela El Perfume, de Patrick Süskind.

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