Brasil es algo más que samba y carnaval. El buen tiempo perenne de prácticamente todo el país hace que los brasileños sigan una serie de rutinas de vida, de ocio…, e incluso alimenticias la mar de especiales. Hasta Río viajamos hoy y nos adentramos en su idiosincrasia, en sus calles y, en su street food.
Comencemos. Una curiosidad cultural, ¿sabéis de dónde viene el nombre de Río de Janeiro -traducido, Río de Enero-? Por un lado, se trata de la fecha en la que los exploradores portugueses llegaron a tierras brasileñas. Por otro lado, lo de Río viene de la confusión que tuvieron al llegar aquí: pensaron que la Bahía de Guanabara era un río. Seguro que ya nunca se os olvida el dato :-). Al igual que a nadie se le olvida el ritmo de la Chica de Ipanema, esa clásica bossa nova brasileña que puede llegar a sonar en cualquier rincón del mundo. Homenaje particular a las playas de Ipanema, en donde la media de los 25 grados centígrados anuales hacen las delicias de autóctonos y foráneos. En Río, ir a la playa antes y después de trabajar es algo de lo más común.
No es de extrañar que con esa media climática el vicio número uno en las calles de Río sea beberse un refrescante zumo en cualquier sitio y a cualquier hora. Las «casas de sucos» inundan la ciudad y ofrecen cartas de variedades de zumos tan sorprendentes como sabrosos. Cualquier combinación es buena: mango con jengibre, piña con guayaba, maracuyá con fresa. En la carta de las «casas de sucos» también figuran los helados. Y los acaís -mitad zumo, mitad helado, con la fruta del mismo nombre como protagonista-, una especie de bolitas tintorras similares al arándano o a la baya. Sin duda alguna, estos últimos son los reyes del mambo. Traídos directamente desde la selva amazónica, aportan una cantidad de nutrientes, proteínas y vitaminas inigualables. Eso sí, tras su recolecta en la Amazonia deben ser tratados exhaustiva y minuciosamente. El precio suele indicar si el tratamiento ha sido el adecuado o no. Acaís baratos en exceso suelen levantar sospechas sobre dicho tratamiento, y, por tanto, sobre su calidad.
Y, ¿lo mejor de todo esto qué es? Pues que encima es un vicio sano sanote. No se puede pedir más.
A continuación os enumeramos tres «casas de sucos» que no os deberíais perder. Apuntadlo en vuestra guía turística en rojo, al igual que subiros en el Surf Bus -un autobús que recorre las mejores playas de la zona-, visitar el Parque Nacional de la Tijuca o fotografiaros junto al mayor icono arquitectónico carioca, el Cristo Redentor.
- Bibi. Aquí encontraréis el mejor acaí de Río.
- Beach Sucos. Acompañad cualquiera de sus 30 variedades de zumos con un rico piscolabis.
- Big Polis. Su zumo de maracuyá es sin duda alguna uno de sus clásicos.
Foto | eVidaSana.com