Os presentamos a Judit Polgár, probablemente la mejor ajedrecista del mundo de todos los tiempos. Y es que ha sido la primera mujer en entrar en esa selecta clasificación de los diez mejores jugando al ajedrez. El reinado masculino vio cómo esta húngara -que competía desde los nueve años con la crema y nata del mundillo- entraba con fuerza en esa clasificación premium en 2005, compitiendo desde entonces siempre entre hombres. El cúmulo de galardones y premios que fue cosechando es enorme. Y ahí se mantuvo, pulso va, pulso viene, partida va, partida viene, hasta que el pasado mes de agosto decidiera aparcar sus fichas de ajedrez para siempre.
A decir verdad, no es de extrañar que Judit sea húngara. La pasión de este país de la Europa más central por los juegos de estrategia es por todos conocida. Cuando paseas por las calles de ciudades como Budapest es muy común toparte con improvisados ajedrecistas en cualquier lugar: cualquier rincón es válido para gritar el ansiado «jaque mate». Esta afición nacional demuestra la valía, y, en cierto modo, la superioridad, de esta cultura. La familia de Polgár apostó por una educación basada en el ajedrez y desde casa. Y acertaron, tanto con Judit como con sus otras dos hijas, brillantes ajedrecistas también. De esta manera se demostró que para jugar al ajedrez no hace falta ser superdotado, simplemente ser constantes, esforzarse al máximo y dedicar tiempo al asunto.
Ahora, desde la retaguardia, Judit educa a sus dos hijos mientras capitanea su fundación, consiguiendo retos nada desdeñables. Por ejemplo, gracias a ella el ajedrez es ahora una asignatura optativa en los programas educativos de su país. En la Unión Europea aplauden esta opción y animan al resto de países a que sigan ese mismo camino.
¿Lo veremos algún día en nuestro país? Nunca digas nunca. 🙂
Foto | Ybot84