Lo que más me sorprendió de aquella novela de Juan José Millás no fue su título; lo que más me sorprendió es que el protagonista eligiera la Isla de Madeira para desparecer ¿Por qué el autor había decidido situar parte de la novela en una de las islas de éste archipiélago atlántico?
“Pero mientras hacía todo esto, mi pensamiento estaba en Madeira, que por lo visto tenía la forma de un riñón y una gran variedad de plantas hepáticas, aunque carecía de playas y mamíferos” (Juan José Millás)
Cuando vas llegando al aeropuerto de Funchal, desde el aire, se puede ver que, efectivamente, la isla sí tiene forma de riñón y, además, que está cubierta por una intensa vegetación. Uno, si se fija, puede observar desde la ventanilla del avión que, igualmente, no hay un litoral de extensas playas. Hasta aquí, Juan José Millás acierta con Madeira; ahora bien, donde se equivoca es en que la isla carezca de mamíferos.
La Isla de Madeira
La Región Autónoma de Madeira es un archipiélago atlántico de origen volcánico que pertenece a Portugal. La Isla de Madeira y Porto Santo son las dos únicas islas habitadas en el archipiélago, el resto, Islas Desertas e Islas Salvajes, están deshabitadas.
Las piscinas de Funchal compensan la falta de playas en la Isla de Madeira. En esta isla, a diferencia de la de Porto Santo, no podemos contar con ir a la playa; pero gracias a diferentes complejos de piscinas naturales podemos disfrutar igualmente de baños marinos. Estos complejos náuticos se encuentran al oeste de la capital y están muy bien equipados para que puedas pasar un agradable día. Si continuamos en el mar, otra actividad que se puede realizar en Madeira es el avistamiento de ballenas y delfines. El archipiélago siempre ha sido visitado por una gran cantidad de especies diferentes; a poco más de cinco kilómetros de la costa, la profundidad del mar es tal que permite contemplar estos bellos mamíferos marinos en safaris que salen desde Funchal. Después de tu excursión marina puedes optar por dar un agradable paseo por la ciudad, en su centro histórico podrás pasear por calles empedradas, pasar por plazas, como la Praça Amarela, y encontrar estupendos restaurantes donde comer pescado fresco.
Para rutas y senderismo, en la Isla de Madeira encontrarás una gran oferta de posibilidades. Puedes practicar senderismo por las levadas, que son los antiguos canales de irrigación utilizados para regar las plantaciones de caña de azúcar, la de las 25 Fontes es la más visitada de la isla, pero hay otras diferentes según la dificultad y los kilómetros que estés dispuesto a asumir. Igualmente puedes optar por los senderos de la costa en la espectacular Punta de San Lorenzo, al sur de Madeira, el lugar más seco de la isla por la cantidad de sol recibida, pero con unos acantilados cortantes que bajan hasta el Atlántico. Otros senderos que puedes realizar son los del Bosque de laurisilva, un tipo de bosque de laurel prácticamente extinguido hoy en día y que, por su importancia como reliquia y centro de biodiversidad, fue declarado Patrimonio de la Humanidad por parte de la Unesco.
Como veis, la isla con forma de riñón, como la describe Juan José Millás en su libro, tiene una gran cantidad de opciones para pasarlo bien. Por cierto, si aún sigues preguntándote por el título de la novela, es “Tonto, muerto, bastardo e invisible” y lo dejé para el final para no ofender a nadie.
(Fotografía de David Stanley)