– Quiero más.
– Ya sé lo que es querer más. Yo inventé ese concepto. La cuestión es cuánto más.
– Quiero el cuento de hadas.
(Julia Roberts a Richard Gere).
Los Ángeles y Pretty Woman
En octubre de este año se cumplirán nada más y nada menos que 15 años del estreno de una de esas películas que no requieren presentación alguna. Nos referimos a la inolvidable Pretty Woman (1990), una historia romántica convertida en clásico del cine. Su enorme éxito se debió, en parte, a la perfecta química existente entre sus protagonistas. En la década de los noventa, Pretty Woman nos invitó a todos a soñar pero, sobre todo, nos acercó a las calles de Los Ángeles, testigo de un amor con tintes improbables.
Un viaje a California es algo muy emocionante. Reservar un vuelo a la meca del séptimo arte nos hace pensar en el olor a sala de cine y palomitas y, al imaginarnos divisando las colinas de Hollywood, es casi imposible no caer presas de la más intensa de las ilusiones.
La felicidad de preparar una ruta por Los Ángeles y alrededores es directamente proporcional al infinito número de sitios de cine que vamos a querer conocer de cerca. Hasta el barrio de Beverly Hills -¿quién no ha escuchado mil veces ese nombre?- nos iremos para ponernos en la piel de Vivian y Edward. Para ello, visitaremos el Beverly Wilshire, flamante establecimiento donde se alojaban los personajes interpretados por la “sonrisa de América” y el más canalla y sexy de los “American Gigolo”. El lujoso hotel se encuentra a tan solo unos pasos del paraíso de las compras caras, la peatonal y sofisticada Rodeo Drive, una de las calles comerciales más famosas del mundo. “Necesitamos a mucha más gente haciéndonos la pelota porque eso es lo que nos gusta”, ordenaba Richard Gere en una de sus exclusivas boutiques. Aunque pocos bolsillos pueden emular la divertida escena en la que la protagonista desfila portando una montaña de bolsas, siempre nos quedará curiosear y alucinar con los escaparates de Rodeo Drive, entretenimiento que sigue siendo gratis. Igualmente, al alcance de todos está crear el siguiente recuerdo especial de su viaje a Los Ángeles: adentrarse en el hall del Beverly Wilshire, dirigirse a su elegante cafetería, esperar a ser amablemente sentado y deleitarse con un humeante café a juego con una deliciosa porción de tarta de chocolate.
Otra localización famosa de Pretty Woman es Sunset Boulevard. Sus 39 kilómetros de largo son algo así como la columna vertebral de la ciudad y su nombre suena a icono de Los Ángeles, a industria musical, a letreros luminosos y a entretenimiento, sobre todo en su porción más conocida, Sunset Strip. Reservaremos una noche para cenar en un lugar muy especial: el restaurante del Chateau Marmont (8221 Sunset Boulevard), al que la película de Sofía Coppola, Somewhere (2010), rinde tributo. Este histórico castillo convertido en hotel es una leyenda de Hollywood, uno de los lugares exclusivos en los que darse esa cena homenaje que todo gran viaje merece, a la luz de las velas y con el sonido de la ciudad como banda sonora de fondo. Entre su clientela, todos los grandes del cine y la música imaginables (The Clash, Paul Newman y Joanne Woodward, Jimi Hendrix, Janis Joplin, Van Morrison, Rod Stewart, Bob Dylan, Mick Jagger, etc.). Un lugar cargado de anécdotas, com cuando Jim Morrison se cayó de una de sus ventanas.
– Te seguí desde la playa.
– ¿Me seguiste? ¿Por qué?
– Porque… eres mi chica.
– Quizá deberías conocer a mi novio…
(Jim Morrison a Pamela Courson).
Los Ángeles y The Doors
The Doors. Minuto seis de la película. Para los que sientan que Pretty Woman es cosa de chicas, ahí va algo para ellos. Nos desplazaremos hasta otra de las zonas archiconocidas de Los Ángeles, la siempre animada Venice Beach, y lo haremos para hablar de esta gran película biográfica. Sí, ¡lo has adivinado! La playa a la que se refiere Jim, pues ahí se mudó, conociendo al cofundador de la banda, es la mítica colorida pintoresca relajada Venice.
Es de día, hace sol. Paseamos por la playa y de repente, a dos manzanas hacia al norte de Venice Boulevard llama nuestra atención un animado rincón del paseo que parece reunir una muy alta concentración de cuerpos musculosos por metro cuadrado. Ellos y ellas ejercitan y sacan músculo sobre la arena, mientras a escasos metros se desarrolla una competición oficial de culturismo. El público aplaude y el espectáculo hace honor a su nombre… Este curioso lugar del barrio de Venice se llama Muscle Beach y en él entrenaba de jovencito un desconocido Arnold Schwarzenegger.
Un gran plan es completar el paseo que va desde Venice Beach hasta la playa de Santa Mónica. La idea es moverse a pie, en bicicleta o en patines por el Ocean Front Walk, un camino pensado para observar y entretenerse. Tarde o temprano se llega al famoso Pier de Santa Mónica, donde se rodaron escenas de grandes películas de Tom Hanks, como Forrest Gump o Big. Tanto el embarcadero, con su conocida y colorida noria –que seguro reconoceremos de mil y una series y películas-, como la playa en sí, con su arena ocupada por grupos de amigos y sus aguas surcadas por intrépidos surferos, son ejemplos del bullicio, la animación y la alegría que caracterizan a Los Ángeles.
Ellas y ellos. Pretty Woman y The Doors. Antes de dar paso a los títulos de crédito de este post, os anunciamos que en el tintero quedan para futuras secuelas:
- La visita más cinéfila a la zona de Hollywood (Teatro Chino y Paseo de la Fama). Os contaremos desde dónde fotografiar una de las mejores perspectivas del carismático signo.
- El relato de un día de risas, cine y atracciones en los Universal Studios, pues nadie debería perderse tan original experiencia (impresiona ver el avión accidentado de La guerra de los mundos o la tétrica casa de Psicosis).
- La excursión de un día a la agradable Pasadena, en los alrededores de LA, donde se esconde una joya de la arquitectura que además fue localización de Regreso al futuro: la Gamble House.
…15 años en octubre (silencio). ¿Verdad que el tiempo pasa volando? No dejemos para mañana lo que podamos hacer hoy y reservemos el billete a nuestro cuento de hadas particular. Maravillémonos con las sensaciones que transmite Los Ángeles, la ciudad del sol, la luz, las olas, los cuerpos esbeltos, la buena energía y los rincones de cine.
Foto: Ryan Vaarsi (con modificaciones).
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