Perderse puede parecer a primera vista un inconveniente. Eso de no encontrar el camino, de no saber cómo pedir ayuda, por dónde seguir, o por dónde volver, resulta estresante. Así que, ¿por qué todo el mundo desea alguna vez en su vida perderse? Y más importante, ¿por qué cuando uno piensa en perderse elige una playa con aspecto exótico? No sabemos dar respuesta a estas preguntas. Aquí se habla de viajes y no de psicología. Pero en lo que sí podemos ayudaros es a mostraros algún lugar por si, mejor que respuestas, lo que queréis realmente es perderos.
El Archipiélago de Bocas del Toro, en Panamá, es uno de esos lugares fantásticos para perderse por unos días… O, bueno, todo el tiempo que uno desee. Cerca de la capital, a menos de una hora en avión, o en autobús en once horas, el archipiélago parece como surgido de otro mundo. Lo forman manglares, islas, cayos y arrecifes coralinos de gran belleza, por lo que muchos panameños lo consideran uno de los destinos más paradisíacos del país.
¿Qué hacer en Bocas del Toro?
Ir a una playa llena de estrellas. Este lugar se encuentra después de una corta excursión en la Isla Colón. Se trata de una playa remota, junto a un manglar, de aguas profundas y limpias, donde a lo largo de la orilla se pueden ver delicadas estrellas de mar ¡Está prohibido tocarlas! Y sobre todo, bajo ninguna circunstancia sacarlas del mar. Si queremos disfrutar de esa belleza, hay que saber respetar el entorno. Mejor ir temprano, porque durante el día, con el calor, las estrellas prefieren irse al interior del mar.
Disfrutar del fondo marino. El mejor lugar de Panamá para practicar buceo o esnorkeling se encuentra a unos cuarenta minutos de lancha desde Isla Colón, una pequeña isla que se conoce como Cayo Zapatilla (en realidad son dos, Cayo Zapatilla mayor y menor). Un auténtico paraíso caribeño de aguas calmadas y turquesas que forma parte del Parque Marino de Bastimentos, y al que, previo acceso, hay que pagar una tasa de 10 dólares a los guardaparques. Se da la curiosidad que la primera temporada del reality de la televisión, Supervivientes, se rodó en este cayo.
Llegar hasta playas salvajes. Todos los surfers conocen el secreto de las mejores olas de Panamá. Así, pues, no es una sorpresa encontrar diferentes opciones de surf camps (algo así como academias para aprender esta modalidad de deporte náutico). Siguiendo un camino de tierra y arena, al que se puede acceder en bicicleta o motorizados a bordo de quads todoterreno, se llega a algunas de estas playas salvajes de Isla Colón, como la impresionante Playa Buff, junto a la selva y con grandes olas. No es apta para un baño tranquilo y hay que cuidarse de las fuertes corrientes, pero por otro lado, es una auténtica playa salvaje, en ella anidan las tortugas.
Un poco de fiesta. En Bocas del Toro hay mucha vida nocturna. Todas las noches encontrarás lugares abiertos, como el mítico Barco Hundido, o el Aqua Lounge, hasta altas horas de la madrugada, y todo el mundo lo sabe. Hasta los guías dicen que en el archipiélago no se madruga. Además la escena musical es muy rica, con conciertos de reggae panameño, con una escena musical llena de cantantes y grupos nacionales que compiten por conseguir el mejor éxito.19