En esto de ser cosmopolita, Estambul acredita un pedigrí de primera. Ya en el siglo XVI, cuando era la antigua capital del imperio otomano y Bizancio, nuestra protagonista despuntaba como una de las ciudades más civilizadas y multiculturales del mundo, si no la que más.
Estambul es pasado y presente en una combinación geográfica perfecta. A un lado se perfila orgullosa su parte antigua, que se extiende con gracia por ambas orillas del Cuerno de Oro y en una estrecha bahía que antaño fuera puerto de la ciudad. Al otro lado despunta la ciudad moderna, más amplia y que comprende ambas caras del estrecho: la europea y la asiática.
Hoy le toca el turno al Estambul moderno, y que mejor que hacerlo con una espléndida muestra de su poderío. Adentrémonos juntos y descubramos qué se esconde en el extenso barrio de Beyoglu, situado en la parte occidental de la ciudad. La zona cuenta con atributos irresistibles, ya que sus calles ensamblan el centro artístico, de ocio y de vida nocturna más dinámico y palpitante de Estambul.
El distrito de Beyoğlu
Se puede recorrer tanto a pie como en transporte público. Sea como fuere, la zona nos sorprenderá con un sinfín de lugares creativos de interés. ¿Que vamos paseando y de repente llama nuestra atención un edificio enorme a orillas del Bósforo? Este antiguo almacén rehabilitado, pintado de marrón y con las letras Istanbul Modern en la fachada, es el Museo de Arte Moderno de Estambul. El lugar es la puerta de entrada a un sugerente universo paralelo, donde las estrellas son los trabajos de los numerosos artistas turcos presentes; así, y por méritos propios, este espacio encabeza la lista de planes culturales a incluir en toda visita a esta ciudad, tan y tan creativa. Para los amantes del videoarte, decir que este edificio de dos plantas reserva una porción del pastel a interesantes obras de vídeo contemporáneo; también, el Museo de Arte Moderno de Estambul invita a mirar, pero esta vez, a través de sus ventanas. El edificio, diseñado por el equipo de Tabanlıoğlu Arquitectos, ofrece vistas privilegiadas a la ciudad. Como último atributo (pero no menos importante), reseñar que cada dos años el Museo de Arte Moderno de Estambul estrecha su mano con las de otros espacios expositivos de la ciudad y acoge alguna de las excelentes exposiciones colectivas que integran la prestigiosa Bienal de Estambul.
La Bienal de Estambul
Es un nombre clave a tener en cuenta para argumentar por qué la que fuera capital europea de la cultura en 2010 es una ciudad creativa con mayúsculas. Los apasionados del arte del mundo seguro tienen bloqueadas ya sus agendas para los próximos 5 de septiembre a 1 de noviembre de 2015. ¿El motivo? Volar a Estambul y conocer su interesantísima Bienal.
Este año, los turistas creativos que visiten Estambul estarán de suerte. Se toparán de bruces con la gran cita con el arte contemporáneo por excelencia: la XIV Bienal de Estambul. Junto a las de Venecia o Sidney, la de Turquía está considerada como una de las más prestigiosas del mundo. Para este 2015, el hilo conductor de tan gran exposición de arte contemporáneo (titulada Saltwater, agua salada) serán los últimos trabajos de más de 80 artistas visuales venidos de todas las esquinas del mundo, véase África, Asia, Australia, Europa, Oriente Medio, Latinoamérica y Norte América. En definitiva, la Bienal de Estambul es una ocasión única para viajar por el arte contemporáneo mundial más rompedor, y todo sin moverse de la capital cultural de Turquía. Con tan jugoso contenido, no es de extrañar que los organizadores recomienden destinar al menos tres días completos a este evento de bandera. Solo así se podrá disfrutar de verdad de los museos y espacios temporales que participan, algunos tan originales como barcos, garajes, casas privadas, escuelas, antiguos bancos, etc.
Son muchos los planes creativos que surgen durante unas vacaciones en Estambul. Aun queda mucho verano y todo un bucólico otoño para tomar el pulso del arte y la cultura más moderna de tan fascinante destino turco.
Foto (con modificaciones): Javier Losa.
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