Ya huele a Navidad. Madrid. En nada estamos con el turrón, luego las uvas y luego con sus Majestades de Oriente. Y con ello, tendremos a nuestros peques de vacaciones y pululando por casa. Y tal vez alguno de esos días de ocio nuestras ideas -al igual que el tiempo- se nos congelen y no se nos ocurra qué hacer con nuestros locos bajitos. Por eso hoy os traemos un plan. Un plan perfecto para pasar un día inolvidable en familia y en época navideña 🙂 .
Las calles de Madrid se visten de gala al llegar diciembre. Sus adornos navideños y el ambiente de la ciudad la tornan en un sitio especial para pasear en esta época del año. Con niños o sin niños. Así que, levantémonos con alegría y con ganas de…, ¡patinar! Vayamos hasta Colón, que la hora de patinar sobre hielo ha llegado. Y es que, ¿puede haber algo más navideño que esto? Después de las risas -risas que posiblemente os echéis con la sesión de patinaje- y del ejercicio, demos un buen paseo. Acerquémonos hasta el centro sin obviar dos visitas: Cortylandia y el mercadillo de la Plaza Mayor. A continuación, seguro que a más de uno le empezarán a «sonar las tripas»… El tiempo vuela, ¡la hora de comer ha llegado! Para tal menester os dejamos en esta lista algunas buenas recomendaciones de restaurantes para ir con niños. Después de comer, barriga llena, corazón contento, la hora del circo ha llegado. Como todos los año, el Circo Price ofrece un espectáculo navideño perfecto para un rato en familia. Dos horas de entretenimiento, previas a la merienda más madrileña y navideña que pueda existir: un buen chocolate con churros.
Después de la merienda, la noche habrá caído, y con ella a más de uno le apetezca ya retirarse a descansar. Y ya lo dice el dicho, más vale una retirada a tiempo que una batalla perdida. Hora de volver a casa y soñar con el día tan redondo que hemos tenido.
Foto | cremondiou
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