Todas las estrellas de Colombia

24/12/2015

tatacoa

Bogotá es una ciudad enorme que se llena de luces por la noche, casi siempre está nublado y las luces se reflejan en las nubes. No se ven bien las estrellas. Algo muy común en la mayoría de ciudades del mundo. Pero, tranquilos, cerca de Bogotá hay un lugar donde las estrellas lucen con todo el misterio del universo. Ese lugar es el Desierto de Tatacoa, en él seguro que os iréis muy tarde a dormir, entretenidos por el espectáculo.

Efectivamente, el Desierto de Tatacoa es uno de esos lugares terrenales que están cerca de las estrellas, y que por ello mismo, está considerado como uno de los mejores de Sudamérica para la observación astronómica. Además, el paisaje es de otro planeta. No esperes dunas, más bien, laberintos de cañones de aspecto arcilloso.

Al Desierto de Tatacoa se llega viajando al departamento del Huila, muy cerca de Bogotá. En realidad, a pesar de que se le conoce como un desierto, no lo es. El viajero llega a un bosque seco tropical de extrema aridez. Sorprende encontrar un paisaje tan árido, donde dominan los colores ocres, rojizos y grises, donde el cielo es una gran extensión azul, y donde el calor es tan seco que se pega incluso en las sombras de los cactus. Al Desierto de la Tatacoa, Jiménez de Quesada lo llamó Valle de las Tristezas, impresionado, precisamente por el paisaje, que le hablaba de otros tiempos mejores. El ambiente es duro, y eso lo saben los pocos habitantes del desierto, que están acostumbrados a vivir en un lugar donde llueve tan poco que la mayoría no recuerda cuándo fue la última vez que lo hizo. Ellos viven de la ganadería y, desde hace unos años, del turismo. Hay algunos ranchos donde hospedarse. Cierto que sin grandes lujos, pero ¿Quién los necesita cuando al mirar el cielo por la noche se encuentra con un espectáculo estelar?

Quizá sea, precisamente, por la noche cuando se descubre el verdadero secreto de este lugar. No hay contaminación lumínica ni sonora. En el Desierto de la Tatacoa las estrellas son las protagonistas, por lo que hay que hay que animarse y pernoctar, a pesar de que esté a una distancia de cinco horas con Bogotá, o tan sólo 45 minutos de Neiva. Es de obligada visita el Observatorio astronómico de la Tatacoa.

Dirigido por Javier Fernando Rúa, en él se organizan charlas didácticas sobre astronomía todas las noches, en las que se nos revelan algunos de los misterios de universo. Nos presentarán la mayoría de las 88 constelaciones, planetas y estrellas singulares, o, por qué no, nuestro satélite vecino, la Luna, en todo su apogeo. Sin duda ver a través de un telescopio la superficie de la Luna o la Vía Láctea, imaginar la inmensidad del Universo  o comprender cómo los astrónomos viajan por el cielo sin perderse, nos hará sentirnos mucho más pequeños. Pero en esa pequeñez sentir, a su vez, que todos los secretos pueden ser revelados, como el secreto del Desierto de la Tatacoa.

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