A Frankfurt le pasa que se gasta una reputación de muy seria. Será porque es la sede de diferentes entidades financieras como el Banco Central Europeo, la institución financiera de donde salen “los hombres de negro” que nos recortan el bolsillo, o porque desde la antigüedad siempre ha sido lugar de mercados y transacciones comerciales; pero lo cierto es Frankfurt tiene también su corazoncito y le gusta divertirse como al que más.
Desde la Edad Media, es uno de los centros urbanos más importantes de Alemania y actualmente juega un papel muy importante en Europa. Sí es verdad que en la ciudad podemos encontrar el Banco Central Europeo, también el Deutsche Bundesbank , la Bolsa, y sí es verdad que todo ello le ha valido el sobrenombre de “Bankfurt”; pero también hay mucha cerveza, restaurantes, sidras y lugares que nos harán pasar unos días muy divertidos. Viajar a Frankfurt no tiene porqué ser una cosa seria. Así que vamos a desmontar esos tópicos de ciudad gris que se visita solo en traje y corbata y para hacer negocios.
Lugares divertidos de Frankfurt
Subir y bajar es algo que puede ser muy divertido. Más si lo haces en un ascensor sin puertas. Sí, aunque suene algo peligroso, no deja de ser curioso como mínimo. Podemos practicar este deporte en el mítico hotel Fleming’s Deluxe, antiguo laboratorio de medicamentos. En el hotel se encuentra este curioso ascensor, único que queda de su especie, que sube hasta la cafetería, en la azotea del edificio. El sistema es un engranaje continuo de cabinas en las que para subir hay que estar muy atento dónde ponemos el pie.
Si queremos relajarnos del “subidón” lo mejor será irnos a una agradable cafetería. Podemos ir al Opern Café que concentra arquitectura moderna con cultura cafetera en un ambiente cultural y tranquilo. Además, cerca de allí se encuentra la Casa-museo de Wolfgang Goethe. Uno de los imprescindibles de la literatura universal. Para continuar con algo más de cultura, podemos dirigirnos al Städel Museum. Este museo de arte de la ciudad de Frankfurt es uno de los más importantes de Alemania, y tiene una colección como para quedarte en él todo un fin de semana. Cuadros de Boticelli, de Rembrandt, o pintores del XX como Picasso, Renoir o del expresionista Kirchner.
Para refrescarnos lo mejor es probar una buena sidra alemana, porque sí, la cerveza está muy bien, las hay en cantidades y es muy popular; pero ya que estamos buscando cosas divertidas que hacer en Frankfurt mejor que nos decantemos por algo más inusual y alternativo. Para probar una buena sidra producida bajo una fórmula que sigue igual desde hace más de cien años hay que ir al Adolf Wagner, popular restaurante de uno de los barrios más elegantes de la ciudad, el Sachsenhausen.
Y más, muchos más planes para viajar a Frankfurt sin traje ni corbata, para viajar y divertirse en la ciudad. Una ciudad que cuando se conoce, resulta ser mucho más divertida que esa primera impresión que todos nos llevamos cuando sale en la televisión. ¿Te atreves?
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