La cebolla. Uno de esos ingredientes que no puede faltar en la cocina de nadie. Base de numerosos guisos y platos, es ideal para condimentar ensaladas y darle sabor a la vida. Sus cualidades no sólo son estas, van mucho más allá del mero sabor, y, hoy en día, está más que comprobado que tiene numerosas propiedades curativas de más de un mal de estos tan comunes de este siglo nuestro. Y casualmente, la cebolla con más propiedades de largo es esa curiosa cebolla morada, de sabor dulce y picante, con un inconfundible toque terroso, y con un aspecto perfecto: tan bonita por fuera como por dentro.
¿Y sabéis cuál es la procedencia de esa cebolla? El País Vasco. Procede concretamente de la zona de Zalla. Eneko Atxa, cocinero del restaurante Azurmendi y embajador de la asociación internacional Slow Food, adora esta cebolla. Y la cataloga incluso como imprescindible en algunos platos típicamente vascos, como pudieran ser la salsa vizcaína o los chipirones encebollados.
El interés de Atxa por esta cebolla es absoluto. Tanto así que es embajador de la misma y entre otras muchas cosas, lo que pretende es trabajar el asunto al máximo para así asegurar la continuidad de la misma. Llevando este trabajo por el buen camino, es además, una manera de preservar y difundir la cultura de esta zona del norte de España.
Foto | Christian Ramiro González Verón
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