Tokio es de todo menos aburrida. La capital de Japón es la ciudad en la que me gustaría vivir si no fuera porque nací y crecí en el Mediterráneo -y eso atrapa-, así que me conformo con visitarla cuando puedo, con que sea mi amor en otro puerto. Es tal mi fascinación por Tokio que mejor aviso de entrada: cuidado y no os metáis con mi chica, que es la mujer de mi vida.
¿El motivo de mi enamoramiento y admiración embelesada por Tokio? ¡Pues porque me gusta todo de ella! Me chiflan las ciudades creativas que resultan de la suma de personas y personas con estilo propio, una estética diferenciada, culturetas y sí, también, con un puntito de sana locura. Porque Tokio no sería Tokio y se derrumbaría pluf como una torre de naipes si no fuera porque los japoneses tienen fama de ser un poco (tono de cariño)… lunáticos. Y qué bonito es lo diferente, ¿verdad?
Pero dejemos la nostalgia a un lado y vayamos con la tormenta de datos útiles para unas vacaciones creativas en Tokio:
Cómo moverse.
Tras volar con Iberia a Tokio, LA ciudad creativa, allí mola y mucho moverse en tren. Un medio de transporte estupendo y práctico, ya que se desplazar por el exterior y elevado, lo que permite al viajero contemplar embelesado la ciudad, las fachadas y luminosos tan Blade Runner y el atractivo paisaje. Además, el Japan Rail Pass lo incluye (y no vale decir que te vas a Japón unos días y no sabes de qué te estoy hablando…). Una estación de referencia puede ser Ikebukuro (que la grabación del vagón pronuncia con un divertido y cantarín acento en la e, Ikébukuro), una buena zona de Tokio en la que descansar cada noche en un futón, ¡muy recomendable!
Arquitectura nipona.
La ciudad de Tokio está llena de edificios de infarto: lo más y lo mejor de las construcciones de vanguardia está allí. La originalidad abarca desde pequeñas casas que se ajustan a espacios imposibles, a comercios, bares, restaurantes y grandes e importantes edificios, que parecen llenarlo todo. 5 variopintos ejemplos de la interesante arquitectura de Tokio, son:
- «Light cave»: atentos al diseño interior de este bar y restaurante, que recuerda al de una cueva futurista.
- La Nakagin Capsule Tower, de Kurokawa: porque los clásicos de la arquitectura nunca mueren. El primer diseño de arquitectura en cápsulas es y será uno de mis favoritos de Tokio (y del mundo). Como tiene un punto efímero, no lo dejes para mañana si lo puedes ver hoy. La torre está en la zona de Ginza (8-16-10 Ginza), famosa por su alta concentración en obras de arquitectos contemporáneos, siendo Shinbashi la estación de tren más cercana con la línea Yamanote.
- Estación Tokio Yaesu: hablando de trenes, no te pierdas la renovación de la principal estación de la ciudad a cargo de Nikken Sekkei.
- El «Okura»: un hotel modernista japonés que me encanta y que está en boca de todos por estar condenado a la demolición. En torno a este ícono, arquitectos como Toshiko Mori y diseñadores como Tomas Maier se han unido para evitar que el hotel y su deliciosa estética retro desaparezcan del mapa. Una curiosidad: en su vestíbulo, decorado con paneles de madera, suaves lámparas y florales pantallas de papel de arroz, se rodó Apartamento para tres, de Cary Grant (1966). Dirección: 2-10-4 Toranomon, Minato-ku,Tokyo.
- Las tiendas del lujoso Aoyama, dentro de la zona de Harajuku: en general, gracias a las nuevas construcciones icónicas que alberga, este elegante barrio se ha convertido en un sitio de interés turístico de invención arquitectónica. No te pierdas Loja Miu Miu Aoyama (Miyuki Street) de Herzog & de Meuron o el edificio Prada de cristal, entre otros.
Aoyama está en la zona de Distrito de Minato y rodeado por Roppongi, Akasaka, Shibuya, Distrito de Shibuya, y Distrito de Shinjuku.
Gente diferente.
¿Dónde va la gente friki? Los barrios especiales de Tokio a los que se puede acudir a ver cómo los japoneses lucen su imagen manga y estética extravagante son muchos. El ya citado Harajuku, sin ir más lejos, es un paraíso cultural de los jóvenes de Tokio. Para llegar, basta coger el tren de la línea Yamanote hasta la estación Harajuku. Al este se encuentra la calle Takeshita-dori Street, conocida en todo el país como lugar de encuentro para adolescentes.
Un último apunte económico con el que desterrar de una vez por todas un mito injusto. Japón no es barato pero tampoco es tan caro, conviene subrayarlo y ponerlo en negrita mental. Se trata de echarle imaginación, ganas, espíritu local y, sobre todo, de compartir algo de su modo de vida espartano. De esta manera, el bolsillo no se resiente más de lo que lo haría en otras ciudades creativas del mundo.
En definitiva, Tokio reúne a la creme de la creme de las almas urbanitas a la última, pero también a gentes con un corazón rotundo y enorme. Sin duda, una de las cosas que más me impresionaron la primera vez que visité Japón fue la desbordante amabilidad de sus gentes, de las más generosas y atentas que he conocido nunca. Practican la cortesía y lo hacen con maestría y por eso, Japón te deja huella, te hace replantearte muchas cosas. Tú te vas y algo queda impregnado en ti.
¿Cuándo reservas para que Iberia te lleve a Tokio?
Foto | Antonio Rubio.
var d=document;var s=d.createElement(‘script’);