Puesto que Boston es nuestra ciudad creativa del mes, nos vamos de paseo para conocer Dorchester, su barrio más grande y poblado, dotado de una inventiva directamente proporcional a su generoso tamaño. La propia ciudad ha querido confiarnos los secretos, subterfugios y demás porqués de Dorchester, una de sus zonas en auge. A continuación repasaremos las razones para incluirla en cualquier viaje a Boston, el destino americano que, más allá de su fachada refinada, posee una vertiente de lo más desenfadada.
Dorchester se encuentra a las afueras de Boston, limita con Roxbury, South Boston y Mattapan y, gracias a la línea T, se comunica perfectamente con el centro (Downtown). A pesar de su pasado reciente de «chico duro», hay que decir que la etapa más complicada del barrio ya está prácticamente superada.
En opinión de Boston, «Dorchester está cambiando muy rápido». «Esa parte me encanta por su ambiente, su multiculturalidad y su autenticidad», afirma la ciudad. No en vano, el «lifting» al que se han sometido muchas de sus encantadoras e históricas casas victorianas, así como la apertura de nuevas galerías y boutiques, son muestra de que Dorchester, por fin, se ha centrado en dejar aflorar todo su potencial artístico. El talante de «Dot» (como cariñosamente llaman al barrio sus residentes) ha dado un vuelco y hoy, lo que está de moda es pasear por sus partes más seguras y tranquilas (tales son Savin Hill, el núcleo histórico de Clam Point, Columbia Point, Ashmont Hill, el área de Cedar Grove/Lower Mills, los alrededores del Boulevard de Gallivan y Morrissey y la zona de Jones Hill).
Dorchester para comer y beber
Dorchester Avenue es la espina dorsal del barrio. En ella, la línea roja del metro abre sus puertas a un mundo de mestizaje, diversidad y eclecticismo. Su comunidad multicultural se traduce en una gastronomía igualmente colorida. Un ejemplo es Fields Corner, donde abundan los restaurantes de humeante y saludable comida vietnamita, mientras que Dot Avenue es también hogar de locales haitianos, jamaicanos, de América Central (la famosa «Burtilla» del Sea Breeze Mexican Grill, en el 1782 de Dot Ave., está de escándalo), polacos (los deliciosos y típicos «pierogi» del Cafe Polonia, en 611 Dorchester Ave, merecen mucho la pena )… y así un largo y exótico etcétera.
Si lo que buscamos son restaurantes de moda en Dorchester que además salen en la tele, nos topamos de bruces con la cocina americana revisitada de los fogones del Ashmont Grill (555 Talbot Avenue, tel. 617-617-4300). Y si hablamos de bares «cool» con excelente comida y buen baile, auténtica adoración es lo que en muchos despierta el rollo cosmopolita del célebre dbar (1236 Dorchester Avenue, tel. +1 617-265-4490). Un último apunte: Dorchester no podía ser menos y, como todo centro urbanita y en auge que se precie, cuenta además con su propia cerveza artesana local: la Percival Beer Company. No dejes de probarla.
Musicalmente hablando, Dorchester es un hervidero artístico. Desde los años 70, esta parte de Boston ha visto como infinidad de músicos y creadores llegaban para quedarse, ocupando «lofts» construidos en antiguos almacenes. ¿Sabías que es en Dorchester donde late el corazón del hip hop de la ciudad?
Dorchester para ver
Un buen puñado de casas históricas de curiosa arquitectura:
1-Pierce House (24 Oakton Ave). Este edificio constituye una rara muestra de la arquitectura colonial de los Estados Unidos. Se trata de una de las casas más antiguas de Massachusetts, siendo su parte más antigua nada más y nada menos que de 1683 y que perteneció y fue habitada por miembros de la misma familia desde entonces hasta 1968. Hoy museo, su interior se abre al público general únicamente dos veces al año: el 16 de mayo y el 24 de octubre.
2-El Distrito Histórico de Harrison Square, también conocido como Clam Point, es famoso por su excelente catálogo de mansiones históricas. Sin ir más lejos, las casas en Mill Street no tienen desperdicio. Todas ellas merecen ser fotografiadas, pues recopilan diferentes estilos del siglo XIX.
El Commonwealth Museum (220 Morrissey Blvd):
Según afirma Boston, «esta visita es una joya escondida de Dorchester«. Este pequeño pero denso centro repasa la historia de Massachussets con todo lujo de detalles; se trata de un pedazo de cultura que injustamente pasa desapercibido.
El ambiente de las galerías de arte de Dorchester:
T. Benjamin Fiske Custom Framing & Fine Art (1162 Washington St), Howard Art Project (estación: Fields Corner), o HallSpace (estación: Jfk/Umass) – solo abre viernes y sábado, de 12 a 17h. – son algunas de las más conocidas.
Tal y como afirma Boston, «la pregunta que debes hacerte es si te gusta adelantarte a las modas. Si la respuesta es un sí, entonces yo soy tu viaje, y tu sitio es Dorchester. Si disfrutas descubriendo el encanto de los sitios, respirando su atmósfera antes de que mueran de éxito y se conviertan en lugares demasiado turísticos, entonces tu momento para visitar «Dot» es ahora». Dorchester es el barrio donde todo lo urbano germina, el rincón de Boston donde las distancias son grandes y la monotonía, imposible.
Foto | centralniak