¿Ya habéis planeado vuestras vacaciones de verano? ¿Andáis en ello? ¿Se os ha ido el santo al cielo y aún no habéis empezado? Si aún no tenéis nada previsto o os faltan cabos por atar, esta información os puede venir bien. Iberia Express abre nuevos destinos de cara a la época estival. Y, para que negarlo, la mayoría son destinos bien apetecibles. Mirad, mirad:
Malta. Este archipiélago está lleno de sorpresas. Su oferta abarca tanto el plan más cultural, como el plan más ocioso y de relax. La combinación perfecta de turismo. La podemos definir como un lugar lleno de callejuelas con encanto, playas agradables y palacetes cargados de historia.
Bucarest. Viajar a Bucarest es hacerlo también a París. Y es que la capital rumana está considerada como «el pequeño París»: el Arco de Triunfo que preside su Avenida Kisseleff te trasladará a los Campos Elíseos. Los alrededores de la ciudad tampoco tienen desperdicio, ¡no te los pierdas!
Cork. Una de las ciudades irlandesas más atractivas. Su oferta gastronómica está a la misma altura que su oferta de paisajes, zonas costeras o puntos urbanos de interés. Para muestra un botón: el Mercado Inglés, la Isla de Dursey y el cabo Old Head of Kinsale.
Santorini. Aunque es pequeña, no pensemos que su tamaño la hace menos interesante. Esta isla griega es de rompe y rasga. Su naturaleza volcánica se fusiona con sus puertos al borde del Egeo y sus casas blancas. Y, ojo al dato, te toparás con unas de las puestas de sol más bonitas del mundo.
Gotemburgo. Destino nórdico agradable y tranquilo, perfecto para descansar. Su gran abundancia de espacios verdes y áreas de recreo conseguirán que te olvides que estás en una ciudad en más de una ocasión.
Cracovia. Esta urbe está considerada como la capital cultural de Polonia. Esconde muchos secretos, dados en parte por su impresionante carga histórica. Cracovia es uno de esos destinos turísticos que cumplen con las expectativas de casi todo el mundo.
Oslo. Cerramos esta lista con una capital nórdica, la del arte y la cultura. En cuanto paseas por las calles de Oslo te das cuenta del enorme peso artístico que tiene. Edificios contemporáneos como la Ópera delatan además su importancia arquitectónica.
Foto | Maggie Meng
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