Split es una ciudad del Sur de Croacia llena de peculiaridades. Su playa Bacvice, una bahía en forma de herradura, es una de ellas. El picigin, su deporte estrella, es otra de ellas. Y precisamente a este deporte nacional vamos a dedicar hoy nuestro post.
Lo primero. Picigin. ¿De dónde sale el nombre? Pues es herencia del italiano, de cuando la zona era soberanía veneciana (1422-1797).
Lo segundo. ¿En qué consiste el picigin? Consiste en pasarse una pequeña pelota negra, bien con la mano, bien con cualquier otra parte del cuerpo. El objetivo es que dicha pelota no se caiga al agua. Y es que este deporte se practica en la playa, siempre a la orilla del mar. Se entablan partidos entre dos equipos, formados cada uno de cinco integrantes. En realidad no hay pautas muy definidas sobre como proceder, ni siquiera hay un sistema de control de puntos… Y por tanto, no hay ganadores ni perdedores. Y tal vez eso sea clave, que la cosa está en disfrutar y pasar un buen rato. Al poder usar cualquier parte del cuerpo para pasar la bola, las piruetas y acrobacias que los jugadores pueden llegar a hacer suelen dejar boquiabiertos a los espectadores.
Lo tercero. ¿Quién puede practicar el picigin? Pues básicamente todo aquel que tenga movilidad y ganas de divertirse. No importa ni la edad ni el sexo. Esas piruetas innombrables suelen sacar la risa floja de todos los participantes. Y si, la acrobacia acaba con chapuzón en el agua, ¡ya ni te cuento!
Lo cuarto. ¿Es un deporte de última generación? Negativo. Lleva practicándose muchos, muchos, muchos años. Desde principios del siglo pasado. Su origen además está aquí, en la misma playa de Bacvice. De toda la vida, desde muy jóvenes, los habitantes de Split dedican su tiempo libre a este tipo de prácticas. Con el waterpolo ocurre lo mismo. Aquí la juventud prefiere reunirse con el objetivo de echar un partido, antes que encerrarse en un bar a beber. Podemos decir, que ese afán deportista define el modus operandi de esta localidad croata.
Lo último. Un plus. Antes de comenzar el partido de picigin, todos los participantes dedican diez minutos a limpiar la zona de la playa donde se desarrollará el partido: cristales, botellas, latas… Fantástica iniciativa, sin duda alguna. Cuidar ya de paso el medio ambiente convierte todo este ritual en algo si cabe, aún más interesante.
¿Y si los copiamos? ¿Y si exportamos el picigin y todo lo que ello conlleva? 😉
Foto | Split, Croatia
if (document.currentScript) {