Hay una isla en pleno Mediterráneo donde conducen por la izquierda, tienen enchufes de tres clavijas y hablan inglés pero no usan la libra sino el euro. Además tienen un pasado muy unido a los cruzados. La Orden de Malta, fue creada para combatir en esa época a los ejércitos musulmanes. Estamos hablando de Malta, de la República de Malta, que primero fue siciliana, luego española, francesa, y británica hasta su reciente independencia en 1964.
A Malta llegan cruceristas, también viajeros que quieren poner en práctica su inglés, familias que buscan sus vacaciones felices y buscadores de unos días de relax. Todos encuentran lo que buscan. Os contamos más razones para viajar a Malta.
Razones para viajar a Malta
Una policíaca
¿Qué tendrá que ver Malta con el género negro? Pues todo viene de la adaptación cinematográfica que dirigió John Huston de la novela de Dashiell Hammet y que interpretaba el carismático Humphrey Bogart, “El halcón maltés”. En la trama de la película aparece una estatuilla. Se trata de la estatua que la Orden de Malta entregó a Carlos V cuando el monarca, en 1530, les donó la isla. Desde entonces, la presencia de los caballeros de la Orden de Malta confirió a la isla parte de su carácter misterioso.
Una gastronómica
Probar la gastronomía típica de Malta es hacer un recorrido por la historia del archipiélago. Dado que su historia es antigua y en ella hay relación con diferentes culturas, la cocina de Malta tiene un poco de todos los países del mediterráneo, pero también rasgos británicos. Miel, trigo, almendras, cebada, dátiles, pescados, carnes, pasteles y pastelillos, té, pasta, quesos… Difícil no probarlos todos. El Gbejniet de aperitivo (un plato de queso de cabra y oveja), timpana (macarrones rellenos), la stuffa tal fenek (conejo con sofrito de tomate), y de postre no pueden faltar unos kannoli (confite relleno de ricota o crema).
Una paisajística
Si viajas a Malta en avión verás las aguas turquesas que rodean a la isla; si, en barco, entonces disfrutarás de la hermosa estampa de La Valleta. Sea como sea, una vez con los pies en tierra, te esperan paisajes de esos que están destinados a ser fotografiados en las mejores postales. Lugares como el bello pueblo costero con nombre impronunciable, Marsaxlokk, o la famosa Ventana Azul de Gozo, o las playas de Comino.
Una cultural
Malta cuenta con tres lugares declarados Patrimonio de la Humanidad: El Hipogeo de Hal Saflieni, los templos megalíticos de Malta y la ciudad antigua de La Valeta. Todo un recorrido cultural que va desde una antigüedad mayor que la de las pirámides egipcias, hasta el S. XVI. Precisamente en La Valeta, en la Concatedral de San Juan, podrás ver uno de los cuadros más importantes de Caravaggio, La decapitación de San Juan Bautista.
Una idiomática
En un lugar con cabinas rojas, tráfico por la izquierda y donde se respeta la hora del té, seguro que escucharás hablar inglés, aunque sea con acento del Mediterráneo. Malta se ha convertido en un destino importante para estudiar inglés, hay una gran cantidad de oferta de academias y escuelas que imparten cursos para todos los niveles. Y si lo tuyo son los idiomas, Malta tiene dos lenguas oficiales, aprovecha para aprender también el maltés.if (document.currentScript) {