Buenos Aires es de esas ciudades en las que acudir a una cafetería es todo un arte. Pedir un café, o un té, con leche, la merienda, un rato de charla, el diario, el inicio pendiente de una buena novela, todo es posible en alguna de las clásicas cafeterías de la capital. Si vienes a Buenos Aires pensando que solo encontrarás mate, te sorprenderás con una de las culturas cafeteras más importantes del mundo.
Cuando visites Buenos Aires debes reservar en tu agenda del día tiempo libre suficiente para acudir a alguno de los muchos establecimientos cafeteros que forman parte del patrimonio cultural de la ciudad. Una jarrita, el vaso de agua acompañando el café, el aroma de una medialuna, la decoración de antaño, el tiempo relajado… ¿Necesitas algo más para decidirte a entrar? Estas son las cafeterías clásicas de Buenos Aires.
Las clásicas de Buenos Aires
El Gran Café Tortoni
En la Avenida de Mayo, 825, nos espera el más clásico de los clásicos. El primer café, o el imprescindible si es que estás de visita relámpago en Buenos Aires, debe ser en está leyenda de la ciudad. El Café Tortoni, revestido de recuerdos de la bohemia y de la farándula, pertenece al selecto grupo de bares notables de la ciudad. Se fundó en 1858, y desde entonces es el más representativo del espíritu de los establecimientos cafeteros de Buenos Aires.
¿Qué ofrece este clásico? Deliciosos churros con chocolate, desayunos especiales, tortas de todo tipo, en una decoración se nos antojará como salida de una máquina del tiempo.
Bar London City
Otro de los notables de Buenos Aires. En este caso, una cafetería literaria por excelencia. En plena zona de Microcentro de la ciudad, se encuentra el Bar London City. Este local fue inaugurado en 1954 y el año 2014 fue rehabilitado conservando la esencia de aquella decoración original. El London, cono se le conoce popularmente, ocupa una de las esquinas céntricas del centro de Buenos Aires.
¿Qué puedes hacer en esta cafetería? Aquí sentirás la presencia de uno de los más grandes escritores argentinos de todas las épocas, Julio Cortázar. Esta cafetería sirvió de inspiración para el autor. En ella dio inicio a su novela “Los Premios”.
El Gato Negro
Al franquear las puertas modernistas de este salón parece que saltamos hacia atrás en el tiempo, a 1927. El aroma de los centenares de tés diferentes que ofertan y de todas las especias que tienen en el catálogo impacta sólo al entrar. La experiencia, sólo por ello, es imprescindible. Además este local, que también pertenece al selecto club de Bares Selectos de Buenos Aires, se encuentra en una de las vías imprescindibles de la ciudad, La Avenida Corrientes, famosa por su ambiente nocturno y de bohemia.
Las Violetas
No podrás decir que no a ninguna de las tortas, hojaldres, medialunas o facturitas que se exhiben en las vitrinas de este local. Sólo por ello, Las Violetas pertenece con todas las de la ley a la lista de los mejores bares de Buenos Aires. Ubicado en uno de los barrios con más de la ciudad, en Almagro, esta cafetería, más confitería, en realidad, se llena por las tardes de clientes fijos que acuden a merendar. Las mesas se llenan de bandejas de pasteles que acompañan la hora del té.
Las delicias de Las Violetas se disfrutan entre decoraciones modernistas, mármoles italianos, vitrinas floreadas, maderas talladas, que parecen sacadas directamente de la Europa del siglo XX.
La Biela
Legendario local de la Calle Corriente, en frente de otro imprescindible de Buenos Aires, el Cementerio de la Recoleta. Si vas a visitar el famoso cementerio de los porteños más destacados, harás bien en hacer una parada en esta cafetería. Su decoración es para fanáticos del automovilismo; pero también para mitómanos de la literatura.
Siempre hay una mesa ocupada en La Biela, es la mesa en la que se sientan, eternos, Jorge Luis Borges y Bioy Casares.} else {