La capital de Irlanda es igual de literaria que cervecera. Para muchos, la ciudad huele tanto al papel de los libros y la tinta con la que escribieron los grandes autores que vivieron en ella, como a cerveza y a cebada, de la que, todo hay que decirlo, fueron grandes aficionados. Pero no de cualquier cebada, no, sino de la cebada tostada de una marca muy particular: La Guiness. La marca es una institución en Dublín que se remonta, nada más y nada menos, que al año 1759.
La imagen de una pinta bien tirada, con sus burbujas flotando y la espuma cremosa pegada en el borde de la copa, es un reclamo suficiente para viajar a Dublín. Ahora bien ¿Dónde podemos tomarnos una pinta en la ciudad?
Dublín con mucha espuma
Como mínimo, en Dublín, hay dos lugares para tomar una buena pinta de cerveza: El primero es la Guinness Storehouse, el museo de la marca; el segundo, en Temple Bar, uno de los barrios más antiguos y pintorescos de la ciudad. La Guinness es la cerveza negra más vendida del mundo; pero para saborearla como mandan los cánones, hay que venir a Dublín.
Visita a la Guinness Storehouse
El templo cervecero se encuentra a pocos minutos del centro de Dublín y se puede llegar cómodamente en autobús. El museo se ubica en la antigua fábrica de la marca, un edificio industrial de ladrillo rojo en St. Jame’s Gate. La visita es toda una experiencia que va desde descubrir la historia de la marca, pasando por cómo se elabora la cerveza y sus campañas publicitarias, hasta el Gravity Bar, arriba del todo del edificio, donde le correspondería estar a la espuma de la cerveza El bar es un lugar perfecto para saborear una pinta bien tirada y con unas vistas de 360 grados sobre la ciudad.
Con el precio de la entrada, hay incluida una pinta en el Gravity Bar, que no es el único espacio de restauración que hay en el museo (hay cinco en total donde elegir). Igualmente, para los más cerveceros, hay una academia donde enseñan a poner una buena pinta, siguiendo los tradicionales seis pasos que todo barman que se precie debe conocer.
Una ruta por Temple Bar
Este es el barrio más carismático de Dublín. Se encuentra en la zona del centro de la ciudad, entre Dame Street y el río Liffey, y concentra la mayoría de la vida nocturna. Su historia se remonta al año 1600, cuando Sir William Temple compró los terrenos donde hoy está el barrio que recibe su nombre.
Aquí el ambiente nocturno es siempre animado. La música del interior de los pubs, muchas veces con grupos en directo, se cuela hasta las calles empedradas que muchos visitantes escogen para pasar un rato agradable. Este es el lugar perfecto para tomar una buena Guinness, para apreciar la técnica de servir la pinta, y para disfrutar de la animación, de la música tradicional y de buenas conversaciones. El pub más famoso recibe el nombre del barrio, el Temple Bar, una auténtica institución en Dublín.if (document.currentScript) {