Puede que Uruguay a veces pase desapercibido, que para muchos sea un gran olvidado. Con ello nos referimos a que posee un aura de país discreto, rodeado de un halo con tintes de desconocimiento. Sin embargo, ese regusto es precisamente lo que lo convierte en un destino magnífico para aquellos viajeros ávidos de aventuras diferentes en horizontes no tan manidos. En términos generales Uruguay es una gran sorpresa, aun mayor si el viaje se redondea con visitas a los rincones que alguna vez se han visto las caras con el cine.
Una de las películas más conocidas que se ha filmado en Uruguay es la cinta americana Miami Vice (2006). El país fue lugar de rodaje de algunas de las escenas más relevantes del filme, que cuenta con localizaciones en las ciudades uruguayas de Montevideo y Atlántida. Cuentan, por cierto, que el equipo de filmación se hizo fan de las “tortas pascualinas”, unas empanadas de verduras muy típicas del país y que no deberían faltar en un viaje de cine por Uruguay.
Como pasa a menudo, Montevideo hizo de doble de La Habana, una ciudad llena de coches antiguos y con características arquitectónicas análogas a la parte vieja de la capital de Uruguay. De hecho, lo que más atrajo de Montevideo al director fue su arquitectura, además de su historia, por lo que Mann -autor de la cinta- no dudó en tirar de los encantos de la Ciudad Vieja, la zona más vetusta del casco antiguo de la capital.
Algunos momentos de la filmación discurrieron en coche por la Rambla de Montevideo, una extensa avenida de kilómetros y kilómetros de largo que discurre por la costa del Río de la Plata para luego adentrarse en la Ciudad Vieja. Esta, al oeste del centro, reúne en sus calles típicas la esencia de Montevideo, entre museos, galerías de arte, tiendas, restaurantes, discotecas, boliches o pubs que mezclan residentes y turistas por igual.
Nos desplazamos a 40 km. al este de Montevideo, a un sitio tranquilo y poco poblado. Tal es la definición de Atlántida, otro de los lugares de rodaje de Miami Vice y famosa localización de cine. La playa y las construcciones costeras hacen de ella un set de rodaje realmente inspirador; en el caso de Miami Vice, el director escogió esta ciudad de Uruguay por su edificación art deco, semejante a la de algunas partes de Miami. Y es que al pisar esta pintoresca ciudad balneario se entiende por qué desde los años 40 se han venido filmando películas en muchos de sus rincones. Playas para todos los gustos, arquitectura singular, paz en invierno y mucha vida en verano… ese es el resumen de Atlántida, un destino de Uruguay que, estación tras estación, desborda un perenne encanto. Para el visitante, los atractivos de Atlántida son muchos. Sus dos playas, con nombres tan reveladores y contrapuestos como Playa Mansa y Playa Brava, son como esos mellizos que comparten esencia pero que no se parecen en nada. La primera es apacible y agradable, la segunda es movida y generosa, ideal para la práctica de deportes náuticos. Como curiosidad, añadir que Atlántida fue destino de las escapadas amorosas del poeta Pablo Neruda y su amante Matilde Urrutia, la que más tarde se convertiría en su tercera esposa.
¿Algo más sobre Atlántida y el séptimo arte? Los cinéfilos que viajen a Uruguay en diciembre podrán disfrutar de una interesante cita con el cine documental. Se trata del ATLANTIDOC 10, el Festival Internacional de Cine Documental de Uruguay, que año tras año presenta nuevas y sugestivas producciones documentales.
En definitiva, Uruguay es un país que enamora, al que muchos van de pasada para luego no querer marcharse. Llegan a Montevideo, conocen gente y acaban saltándose el guión y pasando unos días en una cabañita de un pueblo de pescadores aislado y nada turístico. Este destino bien podría ser un lugar como Punta del Diablo, un salto que no esté previsto en la ruta y que acabe siendo una parada en el paraíso… Pero eso forma parte de otro guión, ¡Uruguay continuará!
Foto: Gonzalo Viera Azpiroz