De paseo que nos vamos hoy. Cruzaremos el charco y anclaremos pies en la tierra del tango y de muchas otras cosas más. Como quien va de tapeo por cualquier ciudad española, iremos de «tapas culturales» por Argentina. Tal vez, recordaremos cosas que ya sabíamos y, seguro, aprenderemos cosas que no sabíamos. Marchando pues el pedido…
Una de generalidades. Argentina es el octavo país más grande del mundo. Su extensión de más de 2.780.400 kilómetros cuadrados lo sitúan en esta posición. Su moneda es el peso argentino, cuyo cambio es aproximadamente el siguiente: 1 peso argentino equivale a 0,06 euros. Su clima es a la inversa que el nuestro. Sus Navidades, en vez de ser pasadas por frío y agua, son pasadas por sol y calor. La media en dicha época del año suele estar en los 30º centígrados.
Una de medialunas. Quien quiera degustar de un desayuno cien por cien argentino no podrá obviar las medialunas. Las hay dulces y saladas. Las primeras están hechas a base de manteca y las segundas a base de grasa. En realidad son pequeños croissants -eso sí, siempre en forma curva-, solo que en Argentina adquieren este curioso nombre, al igual que en otros países cercanos como Paraguay, Chile o Uruguay.
Una de naturaleza. Andar por aquí y no visitar las Cataratas del Iguazú -declaradas una de las siete maravillas naturales del mundo- o el Glaciar Perito Moreno ya tendría delito. Para las primeras hay que acceder al Parque Nacional Iguazú. Para el segundo nos tendremos que desplazar a la Patagonia, en el sudoeste argentino. Sus 60 metros de alto sobre el agua bien lo merecen.
Una de limpieza. ¿Limpieza? Nos referimos a ese hábito tan latino que en Argentina sigue en pleno apogeo: sacar brillo a los zapatos fuera de casa, costumbre gracias a la cual, el trabajo de limpiabotas sigue formando parte de la idiosincrasia del país. Buenos Aires goza de una buena plantilla de limpiabotas. Búscalos en calles céntricas y peatonales como La Florida o incluso en locales como el legendario Casa Argento.
Una de ocio. Además de espectáculos de tango y de carreras de caballos, hay mucho teatro. Por ejemplo, Fuerza Bruta. Apuesta segura la de este espectáculo. Más de uno alucinará con el ir y venir de actores que vuelan, juegan, bailan e incluso luchan al son de la música. La Recoleta da fe de ello. Y ojo, porque aquí el espectador llega a formar parte de esta grandiosa puesta en escena.
Una de copas. La guinda del pastel de este inusual «tapeo argentino» la ponemos con copas. Cuando la noche cae aún queda por hacer. Buenos Aires cuenta con varios locales que hacen los honores en este aspecto. El bar Soria, el club Niceto y el curioso Festival nos valen como buenos ejemplos. Todos merodean el barrio Palermo y todos ofrecen buen whisky y buenos cócteles hechos con licores argentinos.
Foto | Mike
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