La festividad de los Reyes Magos es el momento de la Navidad más esperado por los niños; no en vano, siempre dirán que, junto con su cumpleaños, es el día del año que anhelan con una mayor ilusión. Y no es para menos, pues acaban siendo sorprendidos con inmejorables regalos: la simbología de esta celebración hace referencia a la adoración y los presentes que recibió el niño Jesús tras su nacimiento.
Hay varios países en los que la celebración de la Epifanía, el 6 de enero, tiene un significado especial y se erige como una de las fechas más importantes del calendario: Uruguay, Puerto Rico, Argentina, República Dominicana, México, España o Paraguay son algunos de los lugares en los que Melchor, Gaspar y Baltasar todavía siguen resistiéndose a la ayuda de Santa Claus. La celebración de esta festividad está marcada por costumbres que varían según el país sobre el que depositemos la mirada, ¿ya las conoces?
En la mayoría de ciudades y pueblos de España se celebra la tarde del 5 de enero la tradicional Cabalgata de Reyes (foto principal), un espectacular desfile de carrozas en el que Sus Majestades y sus pajes transitan por las calles principales lanzando juguetes, caramelos y dulces a las personas que los agasajan viéndolos pasar. Son momentos mágicos, emotivos, en los que la ilusión llega a dibujarse en las caras y las sonrisas de los más pequeños, una preciosa antesala para los regalos que encontrarán al día siguiente.
Los Reyes suelen ir acompañados de otras carriolas decoradas con diversos motivos, como por ejemplo películas de cine infantil, dejando una estela de fantasía a su paso. Por dimensiones, las cabalgatas más conocidas son las de Madrid y Barcelona, aunque la más antigua que se conoce tiene lugar en Alcoy, una localidad de la provincia de Alicante: se lleva celebrando desde 1866 y está reconocida como fiesta de interés turístico nacional. En otros países como Polonia, la República Checa o en la ciudad mexicana de Irapuato también conforman un momento único de la Navidad.
Los regalos del día 6 representan para los más pequeños el episodio clave de estas fechas, unos presentes que han tenido que ser previamente detallados por ellos en una carta enviada a los propios Reyes, quienes deciden cuáles son los objetos que mejor cumplirán las necesidades de cada quién: si se han portado bien durante el año, Melchor, Gaspar y Baltasar siempre son benévolos y riegan la casa de juguetes; sin embargo, cuando el comportamiento no ha sido todo lo bueno que se esperaba, también incluyen carbón dulce entre los regalos.
En España, Venezuela o Uruguay, por ejemplo, lo común es que los niños dejen un zapato bajo el árbol navideño (arriba) o en las puertas de sus habitaciones, que es donde Sus Majestades depositan los presentes, y leche, dulces y agua para los Reyes, pues tienen que recuperar fuerzas para continuar el largo viaje. En Puerto Rico, los niños dedican la tarde del día 5 a recoger hierba y a colocarla en una caja de zapatos para que los camellos también puedan alimentarse debidamente.
En materia gastronómica, el roscón de Reyes (arriba) es el dulce protagonista cada 6 de enero, pues únicamente se consume en esta fecha; de ahí su nombre. Se trata de un bizcocho con forma circular decorado con trozos de fruta escarchada y que suele estar relleno de crema o nata, resultando un sabroso y colorido bocado: en función del tamaño, en su interior guarda una o varias figuritas de cerámica que serán las encargadas de dilucidar quién deberá pagar el postre, por lo que… ¡hay que tener mucha suerte!
En México, la tradición es un poco diferente: la persona que encuentre una figura de plástico en su pastel no tendrá que correr con los gastos de la rosca de Reyes, como se conoce en este país, sino que será el encargado de comprar tamales y atole (bebida consistente preparada con maíz hervido en agua o leche) para todos el día 2 de febrero, cuando se celebra la Festividad de la Candelaria.
Por su parte, la célebre Bajada de Reyes es una de las celebraciones navideñas más típicas de Perú; tanto, que incluso hay empresas que han empezado a trasladarla al ámbito laboral para desarrollarla durante esta fecha. Tiene un sabor agridulce, pues significa el final de las fiestas, pero al mismo tiempo permite pasar inolvidables momentos reunidos en familia o con los amigos más cercanos. La Bajada consiste en desmontar y guardar las figuras que componen el Nacimiento, que, según la tradición, se coloca en cada casa a comienzos de diciembre y representa el nacimiento de Jesús en el pesebre de Belén. Su suele premiar con una pequeña cantidad de dinero a la persona que retira cada adorno hasta el año siguiente.