Guatemala es pequeña. Pero solo de extensión. Su superficie de 108. 889 km cuadrados da para mucho más de lo que uno pudiera imaginar. Y es que este país ubicado en América Central, de capital Ciudad de Guatemala, es una verdadera caja de sorpresas. Para abrir boca os contamos que aquí se hablan 24 idiomas -¡casi nada!-, siendo el español el idioma oficial. Las culturas Maya y Olmeca tienen una importancia astronómica y debido a esto se rigen por el calendario sagrado maya que cuenta con 260 días. Su moneda es el quetzal, cuya equivalencia es la siguiente: 1 quetzal es igual a 0’12 euros, cifra que por cierto se corresponde con el importe de un viaje en autobús en la capital del país.
¿Pero, qué más? Pues que Guatemala está más de moda que nunca. Tres factores destacamos para justificar esta moda:
- Sus bodas. ¡Oh, sí! ¡Cómo lo oís! Parece ser que Guatemala es uno de los destinos favoritos para casarse en los últimos tiempos. Y es que las «bodas destino» están en racha. Ya van por su quinto año y no parece que la racha vaya a finalizar en breve. Casarse fuera es un plus añadido en los casamientos. Y en Guatemala puedes tener una boda por todo lo alto sin necesidad de gastarte todo el dinero del mundo. Precios asequibles a cambio de grandes profesionales en lides casaderas y muchas opciones de escenarios tan inusuales como ruinas, lagos, volcanes… ¡Bodas glamourosas sin mucho esfuerzo! Entendible pues este repetitivo deseo de casarse allende los mares, ¿verdad?
- Su naturaleza. Evidente es, que si se puede organizar una boda en parajes tan excepcionales, la naturaleza guatemalteca es un punto y aparte para nuestros sentidos. Todo lo que uno se pueda imaginar al respecto Guatemala lo reúne: paisajes de ensueño, volcanes de película -como el San Pedro, el Tolimán y el Atitlán-, lagos inmensos -como el Atitlán-, playas imponentes y paradisíacas -como la Playa Panajachel, la Playa Blanca o la Playa Champerico– e incluso jardines espectaculares.
- Su cultura. ¿Mayas y Olmecas? Eso suena a una historia grande detrás. Eso suena a una riqueza cultural impresionante. Y no solo suena. Es que así es. Y tal vez sean los mayas los que se llevan la mejor parte. Testigo de dicha cultura encontramos en Petén la Reserva de la Biosfera Maya. Esta Reserva está formada por ruinas de 175 ciudades diferentes de la antigua civilización maya. De todos estos restos, los de Tikal son los más famosos. Parece ser que llegar antes del amanecer al Templo IV de Tikal es un verdadero espectáculo: podrás disfrutar del nacimiento del sol a ritmo selvático. Sin embargo, si te va lo menos turístico te apuntamos otros lugares de interés, menos transitados, menos accesibles pero igual de espectaculares: El Mirador, Uaxactán y Yaxhá.
Foto | Dave Wilson