La simple posibilidad de volar juntos a la ciudad de Panamá nos pone creativos. Por eso, nos ha dado por pensar en el principio de causalidad, aquel que postula que “todo efecto debe tener siempre una causa”.
Nuestra causa para viajar a Panamá es la reciente apertura de la ampliación de su conocido canal. Tal engrandecimiento es nada más y nada menos que el proyecto de infraestructura más grande que la vía interoceánica ha experimentado desde su apertura, hace más de un siglo. Emocionante, ¿verdad? Además, las nuevas obras han contribuido a que el lugar más visitado en ciudad de Panamá gane en espectacularidad, ya que han posibilitado el tránsito de barcos colosales. Todo esto sin olvidar la ya exuberante belleza del entorno, rodeado de naturaleza tropical.
Y ante tal novedad, ¿cuál debería ser la consecuencia? Lo suyo sería subirse a un avión y hacerle a la ciudad de Panamá el caso que se merece, conocer su lado creativo antes de seguir ruta por el país para descubrir sus maravillosas playas. Que si paseos por barrios con encanto, que si momentos gastronómicos en restaurantes con gracia y diseño… ¿Qué tal si pasamos un fin de semana cosmopolita en la capital de Panamá?
Para ser exactos, la visita al Canal de Panamá debería arrancar en el casco viejo de la ciudad, a 30 kilómetros de distancia, en un lugar llamado Museo del Canal Interoceánico de Panamá. Situado en la plaza de la Independencia (calle 5a Este), al visitarlo reviviremos la interesante historia detrás de su construcción, a la vez que aprenderemos cómo y cuándo pasó todo.
En general, pasearse por el casco viejo de la ciudad de Panamá es un plan cultural imprescindible. Lo más probable es que nuestra ruta roce la Plaza Bolívar, y es entonces cuando haremos bien en asomar la cabeza al restaurante Los del Patio. Como su nombre delata, el local se encuentra en un patio compartido con tiendas coquetas y una galería de arte. Un lugar para disfrutar con amigos, hincarle el diente a una empanada, escuchar música en vivo o moverse al ritmo de un DJ. Descubrirlo es toda una sorpresa.
La vanguardia del corazón panameño late en todas partes, aunque un ejemplo que nos dejará sin aliento es el colorido y ondulante edificio de el Biomuseo, la primera huella arquitectónica en América Latina del famoso arquitecto Frank Gehry, ¡y vaya huella! Su diseño arropa un vanguardista museo de historia natural, donde destaca una exposición permanente sobre el istmo de Panamá y su importancia en la biodiversidad mundial. Todo con un enfoque creativo y estimulante. ¡Vale la pena!
A diferencia del Museo del Canal Interoceánico de Panamá, el Biomuseo se encuentra algo más retirado del centro, a 15 minutos en coche de aquel (en el 136 de la Calzada de Amador, también llamada “el Causeway”, que queda situada en la entrada sur del Canal de Panamá). Y hablando de proximidades, muy cerca del conocido como “Puente de Vida”, frente a la plaza Iberoamericana, se encuentra el restaurante Pencas, cuya cocina panameña con toques contemporáneos y vistas al mar hará las veces de reposo gastronómico tras la intensa experiencia de visitar el Museo de la Biodiversidad de Panamá.
Vamos sumando consecuencias positivas a nuestro viaje.
Al saborear la gastronomía panameña gozaremos también de otro de los atractivos que engordan el lado creativo de la capital. La lista de platos típicos de Panamá es holgada, y contiene nombres de sopas tradicionales como el “sancocho”, un caldo de pollo mezclado con ñame –ese tubérculo parecido a la batata que dicen es un potente aliado para la salud- que sabe a cilantro y especias; creaciones culinarias a base de pescado y marisco fresco como el “guacho de mariscos”, una auténtica delicia; y sugerentes postres, entre ellos un con un nombre atrapa sueños: el “bienmesabe”, a base de leche y arroz. Probarlo es buena excusa para comer o cenar en un restaurante tan tradicional como El Trapiche (vía Argentina), uno de los olimpos de la típica cocina panameña.
¿Dónde degustar a la vez todos los anteriores deseos, junto con las últimas tendencias en cocina panameña? La respuesta es un festival, “Panamá Gastronómica”, evento que desde hace casi una década viene apostando por empujar a chefs y amantes del buen comer a viajar a Panamá. Se espera que la edición de este año repita las fechas de 2016, que se celebre a finales de agosto y que mantenga la exitosa fórmula del “foodie pass” de 3 días.
Acción-Reacción, «boom»… Llamémoslo como queramos, la cuestión es irnos de turismo creativo por un destino de cine como Panamá, ¡causas no le faltan!
Foto > F Delventhal