Tres días. Una isla. Mucha música. Mucha naturaleza. Mucha gastronomía. ¿Qué es esto? ¿De qué hablamos? Pues se trata de una fórmula mágica que esconde el éxito asegurado: hablamos de un festival de inminente estreno que sí o sí dará que hablar. Porque no todos los días se celebra un evento musical que pretenda dar la misma relevancia a la música, a la gastronomía, a la naturaleza y al emplazamiento. Y, fundamental, será un festival sin agobios ni aglomeraciones. Nada más que trescientas personas serán las afortunadas de poder asistir. Ni una más. Y, seguramente, ni una menos.
Los próximos días 6, 7 y 8 de octubre, Formentera será la anfitriona del Festival SON Estrella Galicia Posidonia. Siguiendo la estela de su Festival predecesor, el Festival Sinsal SON Estrella Galicia de Redondela, tenemos tres días por delante para cumplir muchos objetivos:
- Musicales. Conciertos acústicos y eléctricos. Siempre de calidad, siempre en petit comité. Y hasta que comience el festival, con un cartel secreto. No se desvelará hasta que el festival de el pistoletazo de salida.
- Naturales. Recorridos por la isla que te harán descubrir sus oriundos encantos. La oportunidad de oro para descubrir uno de los últimos espacios vírgenes del Mediterráneo.
- Gastronómicos. Chefs nacionales con Estrella Michelín exprimirán los encantos culinarios de la isla sacándole todo el partido a los productos locales. Bajo esta premisa, elaborarán propuestas gastronómicas exclusivas para el festival.
- Solidarios. Apoyo al Save Posidonia Project, un plan pionero en el Mediterráneo Occidental cuyos objetivos son, por un lado, conseguir conservar la planta marina Posidonia Oceánica y, por otro, promocionar el turismo sostenible. Esta especie endémica es muy valorada debido a su gran capacidad para producir oxígeno.
En resumidas cuentas, los afortunados de esas trescientas entradas gozarán de alojamiento, degustaciones de chefs de renombre, desplazamientos a lo largo y ancho de la isla, muchas actividades que harán que conozcas la isla de arriba a abajo y mucha música.
Foto | Nacho Pintos