Desde el pasado 23 de noviembre, día en que Barcelona se vistió con sus luces de gala navideñas, la ciudad condal está en modo Navidad ON. Y así estará hasta el próximo 6 de enero, día en que esas luces de gala se recogerán hasta el próximo año.
Barcelona es muy lucida. Siempre. Pero en Navidad lo es aún más. La Navidad le sienta bien y eso se nota en la dinámica en la que se sumerge en estas fechas. Si planeas visitarla próximamente, toma buena nota de estas sugerencias; aptas para todos los públicos, pueden servir para armar un buen plan.
El Nuevo Festival de la Infancia. Entre los días 27 y 30 de diciembre, el Recinto Montjuïc recibirá al ahora reconvertido Festival de la Infancia en La Ciutat dels Somnis. La ciudad de los sueños espera a niños de entre cuatro y doce años y a sus familias con un montón de actividades encaminadas al mundo de las profesiones. Aquí todos los sueños se convierten en realidad y, si deseas ser bombero, lo serás; si deseas cocinar, cocinarás. ¡Una ciudad mágica y divertida!
Pesebre de la Plaça Sant Jaume. Este pesebre al aire libre es digno de ver. No se trata de un belén al uso, sino de un nacimiento contemporáneo hecho con enormes figuras -25 en total- de metacrilato; diseñado por el arquitecto catalán Jordi Darder, ofrece distintas perspectivas y juegos de luz. Sus figuras, que se elevan en mástiles, contarán con iluminación permanente, tanto de día como de noche, con mayor o menor intensidad dependiendo del momento del día. Un espectáculo atípico y espontáneo que se podrá disfrutar hasta el 2 de febrero.
El Día de Sant Esteve. Aún con el día de Navidad pululando en el ambiente, el 26 de diciembre es festivo en Barcelona (y en toda Cataluña): la tradición apunta que este día era necesario para que, todas las familias que se habían tenido que desplazar para pasar tan señaladas fechas con sus familias, dispusieran de un día para reubicarse. Aprovechando la coyuntura, vuelven a reunirse y celebran la ocasión comiendo canelons: canelones a la catalana que se hacen aprovechando las sobras de los días anteriores.
La Feria de Santa Lucía. Cada año, los alrededores de la Catedral barcelonesa acogen este mercadillo navideño. Si bien es cierto que toda la ciudad se ve salpicada con este tipo de mercados, el de Santa Lucía es el más antiguo: abre a finales de noviembre y finaliza cada 23 de diciembre, justo en la antesala al día de Nochebuena. Paseando entre sus trescientos puestos podemos encontrar una enorme variedad de adornos navideños y figuras, complementos para el Belén y artículos de regalo artesanales.
Plaza de Catalunya. También es clave en Navidad. Su constante ir y venir de personas y su perpetuo ambiente no cesan en esta época; es más, se refuerza. Y destacamos dos actividades: de un lado, la Feria de Consumo Responsable. Se trata de una feria, abierta al público desde el 22 de diciembre y hasta el 4 de enero con la que se pretende concienciar a las personas de un consumo más responsable, sostenible y solidario. Aquí hay hueco para que todos esos proyectos o entidades que pretenden aportar su granito de arena en una transformación social y económica. Una buena manera de dar un toque de atención a la espiral de consumo en la que nos embaucamos cada Navidad; de otro, entre el 22 y el 31 de diciembre habrá muchas opciones enfocadas a toda la familia: teatro, deporte, danza, cuentos, música…
¡Alternativas para todos los gustos!
Foto | Christian Bertrand