Cinco cabezas, diez manos, un solo corazón. Así es como se definieron Boa Mistura (del portugués buena mezcla) en el momento de su formación en Madrid, allá por 2001. Este equipo de artistas multidisciplinar con raíces en el graffiti y con un nombre que invita a sentarse y observar, lleva 17 años repartiendo mensajes de concordia, luz y color por todo el planeta.
Los integrantes del equipo, que hoy está formado por siete personas, tienen muy claro su objetivo en el mundo: “Entendemos nuestro trabajo como una herramienta para transformar la calle y crear vínculos entre las personas; sentimos una responsabilidad con la ciudad y el tiempo en el que vivimos”.
Para este grupo, el deber de todo artista es conectar con la gente, emocionar, sorprender, inspirar, llegar al corazón de las personas que observan su obra. Con unos comienzos difíciles, en los que fueron multados varias veces por alterar el espacio público, Boa Mistura ha logrado hacerse con un reconocimiento que les ha llevado estar presentes en varias bienales de arquitectura, arte y urbanismo, a exponer sus obras en el Museo Reina Sofía o el museo MAXXI de arte contemporáneo de Roma, a desarrollar proyectos con la ONU, Oxfam Intermon o Cruz Roja y a dar diversas charlas en universidades y congresos.
Sus obras buscan llegar a todo el mundo, por eso eligen la calle. Y no se contentan con los espacios callejeros de su ciudad, Madrid, donde tienen varias piezas entre las que destaca la decoración del emblemático Mercado de la Cebada en el barrio de La Latina; el grupo se ha convertido en un carruaje itinerante de colores que va repartiendo sus mensajes por diferentes puntos del planeta. Hoy os voy a llevar a dar un paseo por algunas de esas obras repartidas por todo el mundo.
En Colombia, país que les gusta mucho, nos encontramos con varias muestras, en las ciudades de Bogotá, Cali o Buenaventura: la más impactante, una de Bogotá, Vida, una hoja de 5.000 m2 en el suelo de una plaza que grita la palabra VIDA (imagen principal) para recordarle a las 457 familias que han sido realojadas en esta urbanización de vivienda social que deben reconstruir su futuro de forma conjunta para salir adelante.
De Colombia viajamos a Panamá. Somos Luz es el mensaje de 2000 metros que luce en la fachada de las cincuenta viviendas del edificio Begonia I en el barrio de El Chorrillo (arriba), que el grupo pintó con ayuda de los propios vecinos. La obra no se queda sólo en la fachada: corredores y escaleras también fueron pintados.
La ciudad antigua de Argel, en Argelia, es Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO, pero ya no brilla como la ciudad blanca que era antaño, encontrándose en serio deterioro en la actualidad; por ello, el grupo decidió devolverle el blanco, respetando el tono subyacente, escribiendo mensajes que hiciesen que sus paredes y su gente volviesen a brillar de nuevo.
Sao Paulo, megalópolis del sur de Brasil, también fue objetivo del arte de Boa Mistura. Usando varios anamorfismos, efectos de perspectiva utilizados para forzar al observador a un determinado punto de vista desde el que el elemento cobra una forma proporcionada y clara, llenaron varios rincones de una favela de la ciudad con BELEZA, FIRMEZA, AMOR, DOÇURA y ORGULHO.
Boa Mistura se han convertido en unos viajeros que escriben mensajes por todo el mundo, transportan palabras, colores y frases para que podamos descubrirlas al salir a la calle, en mitad de nuestra jornada laboral. Su trabajo alegra el nuestro, que es lo que, en definitiva, debiéramos hacer todos los humanos del planeta.