Sí, de acuerdo: Andalucía alberga ciudades y provincias espectaculares para los amantes de las playas, la historia, la gastronomía y la cultura, con lugares únicos como Córdoba, Granada, Jerez, Málaga, Sevilla o Ronda, por sólo nombrar algunos. La provincia de Almería es otro de esos maravillosos viajes que tardarás en olvidar. ¿Y por qué motivo? Porque sus más de 200 kilómetros de litoral en los que la belleza de las increíbles playas, calas y reservas naturales, como el Cabo de Gata, se quedarán grabadas en tu retina para siempre.
Su capital, también de nombre Almería, es una ciudad excepcional fundada por los árabes en el año 955 bajo el nombre de Al-Mariyya. De esa época es visita obligada su famosa Alcazaba (imagen principal), del siglo X, la segunda fortaleza musulmana más grande de Andalucía (después de la Alhambra, en Granada), que ofrece unas magníficas vistas de la ciudad y del puerto, especialmente al caer la tarde; jardines muy bien cuidados y tres edificios amurallados -uno de ellos construido bajo el reinado de los Reyes Católicos, tras la Reconquista- con sus evocadores patios, baños, fuentes, salas reales… De hecho, si eres fan de Juego de Tronos, identificarás una escena de Dorne de la sexta temporada que se rodó aquí.
Ese callejeo por los rincones que rodean la Alcazaba ejerce de antesala para otro de los imprescindibles de la ciudad, la Catedral de la Encarnación: combinando estilos gótico y renacentista, sorprende su aspecto exterior similar a una fortaleza, pues tuvieron que hacer frente a los continuos ataques de piratas berberiscos que asolaban las costas mediterráneas; también llama la atención por dentro, un deleite por su excelencia artística. No muy lejos se encuentra la hermosa Plaza de Toros (abajo), de marcado tono amarillo y con una temporada de festejos que va de primavera a otoño.
Hablando de museos, merece la pena hacer tres paradas:
· El Museo de Almería, desde 2006 en un edificio de nueva creación, cuenta con una estructura de tres pisos repleta de exposiciones que detallan la historia y cultura de la zona, remontándose a la época neolítica de Millares, en las afueras de la capital.
· El Museo de Arte, dedicado en su mayor parte a la pintura, que está dividido en dos sedes: la Casa Doña Pakyta, con obras que van desde 1.880 hasta 1.970, y con un moderno edificio contiguo que alberga las colecciones de arte contemporáneo; también el interesante Centro de Interpretación Patrimonial, de entrada libre y con áreas musulmana, cristiana y contemporánea, siempre en relación con Almería.
· O centros especializados como el Museo de la Guitarra, cerca de la Catedral, que permite conocer de forma amena y sencilla las principales claves de este instrumento tan popular; también la historia de Antonio Torres, de quien se dice que es el diseñador de la guitarra contemporánea.
Y si hablamos de experiencias, no debes dejar pasar los refugios subterráneos que se construyeron durante la Guerra Civil bajo las calles de la ciudad como protección ante los bombardeos. Su extensión supera los cuatro kilómetros. Una visita educativa que a todos nos impresiona.
La gastronomía de Almería supone también una excelente forma de conocer esta rica tierra en la que el mar y la montaña se dan la mano: sus olores y sabores narran la historia de pescadores, pastores y comerciantes en cada uno de sus platos, una mezcla única. Las famosas tapas siempre son una opción, pero en los últimos años ha emergido un estilo de cocina fusión y de alta gastronomía que han dejado huella; los mejores chefs ofrecen la mejor calidad a los comensales más exigentes, aunando las humildes tradiciones de la cocina casera con la innovación culinaria. El Mercado Central (arriba) es el lugar perfecto para encontrar ingredientes de excelente calidad, como su conocido gambón, el rape, la caballa, sus hortalizas o carnes y tomar unas coloridas fotografías; sin duda, te irás con un buen sabor de boca.
A pesar del reciente crecimiento de la ciudad y la provincia, Almería sigue siendo una de las ciudades más económicas para visitar en España: muchos de sus museos y lugares de interés son gratuitos o muy accesibles en precio; los hoteles y los hostales tienen un precio razonable, ideales para viajeros de negocios o para aquellos que utilizan la ciudad como un destino de escapada corta; y también a la hora de comer y beber, todo un lujo para los sentidos. Prepárate para descubrir una ciudad genuina, con tiendas, bares y restaurantes que te ofrecen una experiencia inolvidable, muy alejada del turismo de masas.
Imágenes | nito; Alan Gandy