Nueva York: esferas colgantes en un secundario de película

29/01/2018

¿Os imagináis un Madison Square Park tapizado de esferas con luces LED a treinta centímetros del suelo? Pues la imaginación a veces pasa a un segundo plano para convertirse en realidad; esto es justo lo que el austriaco Erwin Redl ha conseguido en uno de los parques más olvidados de la ciudad de los sueños. No hay que negar lo evidente: la lista top de parques neoyorquinos -con Central Park a la cabeza- no solía incluir al Madison Square Park en sus referencias, ya que, pese a ser un parque  popular, estaba descuidado y no fue hasta el año 2000 cuando la ciudad se empezó a interesar por su estado.

Como consecuencia, ha asumido hasta ahora su eterno papel de secundario en la vida de sus neoyorquinos y de sus visitantes con rotunda elegancia, pero quizá vaya siendo hora de concederle un papel más relevante. Erwin Redl le ha brindado una oportunidad de oro con su proyecto Whiteout: esferas colgantes, millones de destellos y una composición de ensueño que se podrá disfrutar hasta el próximo 25 de marzo. El juego de efectos, luces y sombras que se consigue es sorprendentemente mágico.

Llegados a este punto quizás más de uno haya entrado en confusión: ¿Madison Square Park equivale a Madison Square Garden? ¡Meec! Respuesta incorrecta.

El famosísimo Madison Square Garden, ese que aparece en muchas películas americanas, el de los partidos de baloncesto, el de los perritos calientes, o el de las manos gigantes que aplauden solas… es un pabellón polideportivo situado entre la Séptima y la Octava. Nuestro parque de hoy, en cambio, lo localizamos al oeste, entre la Quinta Avenida y Broadway; bordea la plaza que recibe el mismo nombre –Madison Square– y le confiere un aire fresco a la misma mediante sus 2,5 hectáreas verdes. Casi nada para un segundón, ¿verdad?

Hablando de pelis americanas, ¿dos películas en las qué el Madison Square Park figure, aunque sea siguiendo su estela de secundario? Pues, por ejemplo…
Adictos al amor (1997), en la que Meg Ryan y Mathew Broderick encabezan el reparto.
Un crimen perfecto (1998), con Gwyneth Paltrow, Michael Douglas y Viggo Mortensen como grandes estrellas.

Foto | Jag_cz