A Coruña, que blanca parece, es en realidad del color que se debate entre el rojo y el amarillo. De ello son plenamente conscientes los amantes del turismo naranja, pues la ciudad de la Torre de Hércules encaja a la perfección en esa nueva forma de entender el turismo cultural donde el viaje debe tener sabor local, donde la escapada ha de devenir una experiencia única.
La Ciudad de cristal, como se la conoce, es mar y es arte, puro arte: el que se cuece en museos de aquí y fundaciones de allá, pero también en sus calles. A Coruña inspira a volar y a devorar a bocados sus múltiples planes creativos. Una buena manera de aproximarse a ellos es desde la orilla del Cantábrico, alquilando una bici y surcando su Paseo Marítimo, que con efecto envolvente la rodea casi por completo; es así, sintiendo el viento de cara, pedaleando con ganas y saludando a las célebres galerías -esos balcones que engalanan las fachadas de A Coruña y que otorgan aquel diáfano y frágil apodo a una ciudad tan fuerte y brava-, como este destino Iberia made in Galicia roba corazones y atrapa sueños viajeros.
5 miradas diferentes sobre A Coruña
Mirada 1: museos y espacios expositivos
Resulta sorprendente observar cómo la ciudad se ha ganado el respeto y admiración no solo de los turistas, también del resto de gallegos que hasta ella acuden, cual peregrinación, para hacer compras o empaparse de cultura de la buena. Lugares con duende no le faltan, entre los que destaca el Museo de Arte Contemporáneo MAC como encargado de exhibir las últimas tendencias en artes plásticas.
Si viajas a A Coruña en las próximas fechas, no deberías perderte las exposiciones actuales, como Testimonio. Lita Cabellut (hasta el 1 de abril), ni tampoco las programadas para un futuro no muy lejano (véase This Is Not An Exit. Muntean/Rosenblum, del 1 de marzo al 16 de septiembre de 2018).
En paralelo, la Fundación Luis Seoane brilla también con luz propia. Su rol como centro de arte y cultura contemporáneos le cae como anillo al dedo, y tanto su exposición permanente de pintura poética de Luis Seoane como otras de arte de vanguardia merecen ser tenidas muy, muy en cuenta.
Mirada 2: jardines
Ojos cerrados… respiración profunda… momento verde. Los Jardines de Méndez Núñez, en pleno centro, son un rincón entrañable de la ciudad, mediano en tamaño pero grande en inspiración. A unos pasos de su follaje se alza un edificio que, por su belleza, no pasa desapercibido: se trata del modernista Kiosko Alfonso, cuyo nombre no hace justicia a tan elegante palacio; antaño cine dividido en dos y de protocolo curioso (se daba la opción de, pagando menos, ver la película por el reverso de la pantalla), hoy es una galería de arte y un monumento que vale la pena explorar.
Mirada 3: arquitectura y compras, diseño a dos manos
Si se dispone de tiempo (y si no, se busca), aquí la tradición manda ir de compras. La ciudad causa furor por sus tiendas, donde es fácil hacerse con algo especial, ya sean prendas o recuerdos de un gran viaje: la ruta podría partir de la calle Juan Flórez, con sus edificios modernistas, discurrir por la plaza de Lugo, proseguir hasta la plaza de Ourense… y sumar y seguir.
Para los amantes de la arquitectura, el barrio por excelencia en A Coruña es aquel que vio nacer las vanguardias arquitectónicas gallegas. Se trata del Ensanche, que como zona comercial no es para todos los bolsillos, pero que deslumbra por sus bellas fachadas, de lo más instagrameables. Un must.
Mirada 4: barrios de moda en A Coruña
Se abre el telón y Monte Alto entra en escena. El barrio, rodeado de playas y calas, vive un momento dulce porque son muchos los jóvenes que en los últimos años lo han hecho su hogar. Se han abierto tiendas, librerías, bares y locales alternativos que no suman, multiplican; y es que, a pesar de haber crecido considerablemente, Monte Alto ha sabido mantener su carácter de barrio de toda la vida. En él se concentran algunos de los reclamos turísticos más importantes de la ciudad, como la ya citada Torre de Hércules, y en sus principales calles se localizan algunas de las mejores pulperías de Galicia. ¡Ñam!
Mirada 5: gastronomía para sibaritas
Por último, afirmar que A Coruña es comestible y jugosa constituye casi una obviedad. Los sibaritas más actuales han hecho del barrio coruñés de Orzán su espacio gastronómico más in. La zona cuenta con restaurantes, bares y locales donde el diseño y el buen gusto campan a sus anchas, con el mar como banda sonora.
Visto lo visto, parece que A Coruña no tiene un único lado bueno: el creativo es uno de ellos. Entre moda, vanguardia, arquitectura, museos y olor a sal, la ciudad y sus habitantes consiguen construir una escapada divertida, diferente. Ya sea para calmar el ansia de volar un fin de semana o para combinarlo con una ruta por Galicia y sus alrededores, A Coruña debería ser un destino Iberia muy buscado. ¿Alguien se atreve?