Jacques, el sur de Francia que cuenta

26/02/2018

Jacques (2016). Película que sobrevuela la vida, hechos y claroscuros del archiconocido explorador y científico Jacques-Yves Cousteau. La sugerente cinta es una inmersión en la Francia más mediterránea, recreándose en el encanto del sur del país galo. Así sucede en la primera parte de su metraje, que tiene lugar en lo que para su director es el recuerdo de un paraíso.

Con el rodaje, que tuvo lugar en 2015, se recorrieron distintas localizaciones del mar Mediterráneo, África y la Antártida. Como suele ser habitual en estos casos, y por cuestiones prácticas, la simulación de la parte francesa se filmó en las islas croatas, pero evitando distracciones y poniendo el foco viajero en la verdadera musa, la película es suspiro de partida para hablar de los lugares de cine del sur de Francia, que son todo inspiración. 

Destinos Iberia del sur de Francia 

De oeste a este, por orden geográfico, Iberia vuela a Biarritz, Toulouse, Marsella y Niza, siendo estos dos últimos los destinos que sí sienten las cosquillas del suave oleaje del mar Mediterráneo. Volar y alquilar un coche es una sabia elección para saborear un viaje de cine por el sur de Francia, un bocado de país que guarda un montón de cálidas sorpresas.

Los pueblos más bonitos del sur de Francia 

Biarritz, un posible inicio de ruta, destaca por su eficaz convivencia con la montaña y con el azul, unas aguas diferentes a las de las primeras escenas de Jacques. En sus playas salvajes los practicantes del surf se sueltan la melena, entre villas, faros y buena vida.

Cerca de Biarritz se encuentra el Parque Natural des Landes de Gascogne; justo al norte de tan vasto bosque se halla Saint-André-de-Cubzac, municipio de nacimiento de Jacques-Yves Cousteau. Ambos lugares pertenecen a la región francesa de Nueva Aquitania, madre protectora de algunos de los pueblos más bonitos del país galo (un viaje imprescindible).

Toulouse, la ciudad rosa por el color de sus edificios, es la flamante capital de la región de Occitania. En su piel habitan capas y capas de historia, entre rutas por canales y tardes de museos. Romana, medieval… Toulouse es todo eso y mucho más, una ciudad de postal que no tiene desperdicio. Por lo demás, cerca de Toulouse existen varios pueblos de alfombra roja: Foix, Cahors o Albi son algunos de los nombres que deberían aparecer en los títulos de crédito.

Marsella destaca por sus barrios con encanto, que los marselleses devoran y viven al más puro estilo francés. Entre puertos, torres y palacios, la historia de Marsella tampoco se acaba nunca, aunque convive de maravilla con otras edificaciones de arquitectura vanguardista como la cité radieuse de Le Corbusier o el edificio Brasilia.

Salir de Marsella es perderse por la Provenza. Lourmarin es una bella población de paisajes verdes, chateaux, colores, talleres de artistas y bohemia. Gordes, cuyas casitas de piedra viven encaramadas en las alturas, no tiene nada que envidiarle.

Por último, Niza mantiene un intenso idilio con el mar Mediterráneo. Un paseo por su viejo barrio es una experiencia fascinante, entre calles sinuosas y recuerdos del pasado. Matisse y Marc-Chagall cuentan aquí con sus museos, mientras que las familias ricas dotaron a la ciudad de un imponente legado en forma de castillos y palacios.

Aunque los alrededores de Niza huelen a mar y sol, rincones como el Parque Natural Regional de los Prealpes de la Costa Azul permanece ahí todo el año, complaciendo a los que aspiran a perderse por sus caminos y llenarse de naturaleza, paisajes y montaña.

Un último apunte. Aunque pensar en certámenes de cine en el sur de Francia es pensar en el Festival de Cannes, un evento que lo fagocita todo al ser el máximo exponente en su categoría, vale la pena añadir que existen otros tantos festivales de cine en la zona que merecen la pena, como aquellos que acontecen en Toulouse en febrero y octubre.

En resumen. El Capitán Planeta fue famoso por su vida llena de aventuras, mientras que el sur de Francia, agradable todo el año, destaca por sus oportunidad para practicar un turismo de cine muy, muy feliz. Muestra de ello es la columna vertebral de una ruta por los destinos Iberia de la zona, los que el cine sugiere a través de Jacques. Parafraseando al personaje, si no vamos a descubrir, otros lo harán por nosotros.

Imágenes: Pierre Selim, Mark Tegehoff y Terres de France

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