Si os pidiéramos que realizarais un mapa mental de San Petesburgo sin premeditación, seguro os asaltarían imágenes relacionadas con vodka, zares y emperatrices, mezquitas, el río Neva, el Hermitage, un poco de ballet, matriuskas y… ¡Rasputin! O, como entonaba aquella legendaria melodía de Boney M, Ra ra Rasputin. Love of the Russian queen.
Sí, la cultura de la segunda ciudad más importante de Rusia pisa fuerte en la idea que tenemos de ella. Pero, ¿sabéis una cosa? Que San Petesburgo va mucho más allá de todo esto. San Petesburgo es una ciudad cómoda y bonita. Y muy verde. Por algo consiguió ser declarada en 2016 como la mejor ciudad de Europa por los World Travel Awards.
Se presta para ser bien vivida y para ser bien visitada. Y es que ya mientras aterrizas, si lo haces de día y te asomas por una ventana del avión, te quedas mudo de ver tanto verde allá abajo. Y al comenzar a patear la ciudad y comprobar que efectivamente lo que habías vislumbrado desde el avión no era solo un espejismo del vuelo, te das cuenta que San Petersburgo ofrece más aún de lo imaginable.
¿Algunos de sus parques más TOP dentro de la ciudad?
· Mikhailovsky Garden. Le debe su nombre al Palacio que acompaña, que ejerce de edificio principal del Russian Museum. También conocido como Michael Garden, se trata del área verde predilecta por los petersburguéses para ir a caminar. Sin embargo también es ideal para relajarse y simplemente ver la vida pasar. En primavera y en verano suelen organizarse conciertos al aire libre. ¡Planes a tener en cuenta!
· El Jardín de Verano. Antiguo y majestuoso. Su existencia es casi tan longeva como la de la propia ciudad. Pedro El Grande lo diseñó con el nada desdeñable objetivo de imitar los jardines de Versalles. Muchos piensan que lo consiguió. Si no te quieres perder un detalle de su historia lo mejor es que los conozcas con una visita guiada en español: dura dos horas y normalmente comienza a la 13:30 pm.
· El Jardín de Tavrichesky. El que antes fuera terreno del Palacio Tavrichesky es ahora un espacio verde con personalidad propia. Se trata de un conjunto en donde los estanques y los puentes y canales son protagonistas. Completan el conjunto infinitos senderos para pasear, mucha flora y bancos para sentarse a contemplar un paisaje definitivamente bello y pintoresco.
· Kirov Central Park. Situado en la Isla de Elagin -una pequeña isla situada dentro de la ciudad- este parque es perfecto para caminar y practicar deporte. De hecho, puedes alquilar allí mismo patines -en invierno, se puede patinar sobre hielo-, bicis, o incluso barcas para recorrer sus estanques. Cuenta con un mini zoo y muchas ardillas en libertad esperando tu visita. Definitivamente, un parque muy bonito y familiar.
· Parque Pávlovsk. Aunque no está en el centro de la ciudad, sino en sus alrededores -en la ciudad de Pávlovsk para ser más exactos, declarada como Patrimonio de la Humanidad-, lo hemos incluido porque su incomparable marco lo merecía y porque su acceso es sencillo y cómodo desde el centro. Rodea al Palacio Pávlovsk y es uno de los parques más grandes de Europa. Su sello inglés, marca la diferencia respecto a otros parques de estilo francés.
Se nos está ocurriendo una idea… ¿y si aprovechamos el mes de junio para escaparnos a San Petesburgo? Es un buen mes para disfrutar de su verde. Y de sus Noches Blancas. Y este año, del mejor fútbol mundial 😉 .
Foto | Roman Evgenev