Qué dura resulta la vuelta tras unos días de asueto, ¿verdad? Si esta sensación te representa, entonces te recordamos que, al igual que “la mancha de la mora con otra verde se quita”, no existe remedio más infalible para superar el síndrome posvacacional que comenzar a planear una próxima escapada. ¿Acaso no están por llegar algunos puentes de lo más golosos? Si las ganas de volar alto aprietan más fuerte que nunca, entonces Vigo puede ser ese destino que cure todos tus males. ¿Te explicamos por qué?
Septiembre es sinónimo para muchos de vuelta al cole. Para Vigo, sin embargo, el noveno mes del año en el calendario gregoriano sabe a molusco bivalvo. El mayor parque urbano de Vigo no tiene desperdicio. Ubicado en el barrio del mismo nombre, alberga en su parte alta el Museo Quiñones de León, que acoge una deliciosa colección de arte de Galicia, así como unos fantásticos jardines. Además, si te acercas al barrio de Castrelos, conocido de muchos tanto por el Estadio de Balaídos como por su vitalidad y sus múltiples posibilidades, no dejes de visitar el Cementerio de Pereiró, cuya belleza arquitectónica te sorprenderá. Por último, otro imprescindible de la zona es la visita a la iglesia románica de Castrelos (siglo XIII), la mejor conservada dentro de su estilo en la capital. Disfruta de su mágico interior, y recréate en los bellos detalles de sus puertas y ventanas. Una delicia.
Veamos, miremos, hagamos. Muchas de las cosas que próximamente pasarán en la “Ciudad Olívica” las encontrarás en el Auditorio Mar de Vigo, desde grandes monólogos, pasando por musicales, conciertos y demás espectáculos de primera. Curiosea su programación, puede que así acabes dándole aun más vida a tu viaje.
Continuando con la agenda de eventos de Vigo, ¿qué importa si es octubre, noviembre o diciembre? La calle de las ostras es y será un eterno reclamo de la ciudad, gracias a las decenas de establecimientos destinados a la degustación al natural de las famosas ostras de la Ría de Vigo. El protocolo a seguir es muy fácil: cómpralas directamente a las ostreras y cátalas en las mesas que se reparten por la calle. No olvides acompañarlas de una copa de vino blanco de las Rías Baixas, ¡y que esté bien fresquito! Y hablando de rías, el otoño es un momento ideal para pasear por el monte da Guía, que cuenta con unas vistas insuperables sobre el valle fluvial.
Para los espíritus más rebeldes, los meses que se avecinan pueden ser el pasaporte a la contracultura. La zona de Churruca, sinónimo de movida canalla, vuelve a estar de moda. Échale un vistazo a la programación de los clubes míticos del barrio, siempre hay algún concierto, fiesta, evento en una galería independiente o sesión de música en directo que vale la pena. Esta legendaria zona “indie” saciará tu sed “cultureta”; para ello, piérdete por las calles Rogelio Abalde, Irmandiños o Martín Códax, baja hasta Alfonso XIII y rodea la iglesia de Santiago de Vigo.
Por último, y hagas lo que hagas, reserva una dosis de energía para el fin de tu jornada. Acércate al entorno de La Alameda y Montero Ríos, la calle peatonal del Ensanche de Vigo que concentra algunas de las mejores terrazas de la ciudad, algo así como el lugar donde mirar y ser mirado. ¿A que te ves pasando unos días “disfrutones” en Vigo, ya sea en pareja o con amigos? Si quieres, puedes.
Imágenes: juantiagues y Francisco Crusat | Marita Acosta