Rabat es estilo de vida pausado. Es mar y es surf. Es el compendio de atractivos lugares de interés como la medina, la almohade Torre Hassan, la Casba de los Udayas, la calle Jamaa o la mezquita más antigua de Rabat, del siglo XII. Luego están también sus zocos, como el Souk el Sebat, de tejidos y joyas, o el Souk Tehti, especializado en las admiradas alfombras de Rabat.
Todo esto está muy, pero que muy bien. Pero hay más. Mucho más. ¿Qué esconde Rabat bajo la punta del iceberg? En mi humilde opinión, la capital de Marruecos es la urbe desconocida de las experiencias excitantes. Un cóctel de tres ingredientes, cultura, aventura y espíritu eco-responsable, que pocos destinos llevan con tanta discreción.
Rabat cultural
En Rabat, al igual que en muchas otras ciudades marroquíes, los espacios celebran tanto la tradición como lo nuevo y creativo. He aquí cómo descubrirlo en tres cómodos pasos: dos museos y la calle, ¡qué mejor que la calle!
1_Museo Arqueológico de Rabat. Pequeño en continente pero grande en contenido, el centro alberga la colección más extensa de riquezas de la larga historia de Marruecos, desde el Neolítico hasta la ocupación romana. No te pierdas sus piezas más importantes: «el perro de Volubilis» y el mármol «efebo coronado con hiedra».
2_Museo de Arte Moderno y Contemporáneo Mohammed VI. En pleno corazón de Rabat -número 2 de la Avenue Moulay Hassan-, el lugar cuenta con obras de artistas consagrados como Miró, Picasso, Braque o Matisse. Excelentemente organizado, la primera planta se la dedican a artistas marroquíes, estrategia ideal para que los amantes del arte se acerquen a la cultura del país. No hay que pasar por alto el piso subterráneo, donde se exhiben piezas contemporáneas de artistas locales. Tampoco olvides detenerte en el salón de té de la planta baja, de lo más agradable, desde donde podrás apreciar la esplendida arquitectura exterior del Museo de Arte Moderno y Contemporáneo Mohammed VI. Esta visita se puede combinar con la del Museo Arqueológico.
3_Muros de la capital transformados en obras de arte. Esa génesis mágica, auténtica catarsis artística y popular, es lo que pasa por obra y gracia del “Jidar Toiles de Rue”, la convocatoria anual de artistas callejeros de Rabat.
Desde hace ya unos años, la ciudad situada en la costa atlántica acoge un vibrante festival de artistas urbanos en el que el “street art” transforma en arte los muros de los múltiples y a veces olvidados barrios de la ciudad. La edición más reciente, la de 2018, se celebró los días 16 a 22 de abril. Entre los artistas urbanos que se dieron cita destacan figuras venidas desde todos los rincones del mundo, también artistas nacionales como Ghizlane Agzenai o el local Iramo Samir, cuya obra podrás encontrar en el 44 de la Avenida Jena Jaures, en Les Orangers. El mural de Sainer, de Polonia, es otro de mis favoritos. Lo disfrutarás en la esquina de Bd. Ahmed Reda Gdira y la calle Bani Omrane.
Hablando de murales y artistas, Edgar Flores, cuyo nombre artístico es Saner, destaca como uno de los exponentes más venerados del nuevo muralismo mexicano. Le define un estilo genuinamente suyo, lo que le ha permitido recorrer gran parte del mundo interviniendo muros, paredes y edificios, en los cuales transmite todo tipo de mensajes. Rabat no es una excepción; con motivo del Festival de Arte Urbano Jidar 2017 el artista creo “Sin nombre”, un gran retrato de un hombre enmascarado que no deberías perderte. El colorido mural se inspira en los elementos de la cultura mexicana, pero sabiamente ensamblados con elementos locales.
No dejes de escudriñar ni un rincón de las calles de Rabat. Tampoco de su medina, donde encontrarás murales y dibujos de primera.
Rabat deportista
Breve pero intenso: así es el guiño a la aventura en Rabat. En la playa de los Udaya, por ejemplo, podrás irte de excursión en piragua y descubrir la costa desde otro punto de vista totalmente distinto al habitual. Los más aventureros podrán practicar el parapente y el ala delta, o pilotar aviones ligeros con total seguridad. ¿Dónde? Tanto en el aeroclub de Sale como en El Oulja.
Rabat eco
La capital del país se declara abiertamente eco. Elegida por la asociación americana “Earth Day Network” como ciudad número uno para la celebración del 40º aniversario del Día de la Tierra, Rabat es oficialmente la primera ciudad verde de Marruecos, en clara ventaja frente a otras en materia de respeto del medio ambiente y puesta en valor de los espacios.
Rincones que son pruebas fehacientes no le faltan. En 2014, Rabat fue testigo de la reapertura del Jardín de Ensayos Botánicos, un rincón delicioso poblado por plantas aromáticas, flores y árboles de todo tipo. Un verdadero viaje para los sentidos. Otro ejemplo verde es la Necrópolis de Chellah, un lugar cargado de historia y rodeado de vegetación. A tan solo dos kilómetros del centro de la ciudad, es flamante sede del famoso Festival de Jazz de Rabat. Vale la pena visitarlo al atardecer, cuando la luz baña piedra y verde y la belleza del conjunto es indescriptible.
La capital del Reino de Marruecos pasa desapercibida para muchos. Pasea y háztela tuya. Callejea. En Rabat, el arte urbano y el turismo responsable están de moda.
Imágenes de Jidar Festival, Frédéric BISSON, David Sutterlütti, Jorge Láscar |Marita Acosta