Debo reconocer que, cuando viajo, soy mucho más proclive a pasar horas y horas pateando la ciudad que a gastarlas en un museo. Me encanta empaparme de la cotidianeidad de los vecinos, contemplar los quehaceres diarios de la gente, y es aquí donde los mercados municipales entran en escena: lugares que vieron la luz hace décadas, rincones que suelen guardar la esencia de un destino y que se erigen como epicentros de una mezcla que combina localismo y globalización a partes iguales. Oporto es una de las ciudades europeas que más me ha sorprendido en este apartado, así que hoy recorreremos cuatro famosos mercados de la capital del norte de Portugal. ¡Despegamos!
Mercado do Bolhão
Mi favorito, un rincón que se ha convertido por derecho propio en emblema de Oporto, un rincón donde el tiempo parece haberse detenido. La decadencia llevada con estilo. El Mercado do Bolhão (imagen principal) nació como tal en 1839 con la intención de agrupar a los diferentes gremios de comercio en un mismo lugar y, varias modificaciones arquitectónicas mediante, alberga una característica estructura metálica que da empaque a la nave central. Cuenta con una galería central y dos pasillos que discurren por los laterales de la planta superior; en el exterior, su fachada blanca de estilo neoclásico ya nos advierte de que algo bueno encontraremos puertas adentro.
Ubicado en pleno centro, está repleto de pequeñas tiendas familiares que aún conservan la esencia de los antiguos mercados de abastos. Carnicerías, pescaderías con género fresco, las célebres salchicharias con ristras de embutido colgando desde las alturas, floristerías y, por supuesto,tiendas de artesanía que convierten el corcho portugués en un gran reclamo para el visitante. Da gusto pasear por sus atestadas calles y distinguir esos aromas que nos trasladan a tiempos pretéritos, quién sabe si a tiempos mejores. En la nave central hay también unos cuantos restaurantesen los que calmar la sed con una cerveza fría y saborear algunos productos de la gastronomía local. ¿Mi recomendación? Un buen pescado a la brasa, directo del mar a tu mesa. Los precios acompañan, créeme.
(Nota – Desde mayo de este año se encuentra inmerso en plenas labores de remodelación que, según previsiones, durarán hasta 2020. Hasta entonces, se ha habilitado un Mercado do Bolhão temporal situado en la Rua de Fernandes Tomás)
Mercado Ferreira Borges
Se caracteriza por una llamativa arcada de hierro rojo y cristal (arriba) que sigue la tradición de esa arquitectura férrea del siglo XIX tan típica de Oporto. Su interior se ha convertido en una improvisada galería de arte moderno al acoger exposiciones fotográficas y de diseño, pero también alberga diversos espacios de restauración y una de las salas de espectáculos con más renombre de la ciudad. Más llamativo por fuera que por dentro, al menos para mí, recomendaría una visita rápida y pasar al siguiente.
Mercado Bom Sucesso
Fue inaugurado en 1952 y recientemente remodelado para otorgarle un aire renovado, acorde con la modernidad que una gran cuidad como Oporto también debe ofrecer también a vecinos y visitantes. Mucho más luminoso y aséptico que el do Bolhão, casi antagónico, el Mercado Bom Sucesso ha sabido adaptarse a la tendencia de productos gourmet y cocina internacional con espacios que ofrecen desde risottos hasta hamburguesas de diseño, pasando por sushi o interesantes cervezas artesanas. Lo que más me gusta de este mercado es su comedor comunal, por decirlo de alguna manera, que permite a cada persona del grupo pedir comida en un puesto diferente y sentarse luego en la misma mesa. Todo un acierto.
El ambiente que se vive aquí es espectacular, sobre todo los fines de semana, pues la experiencia gastronómica se completa con otra vertiente cultural: exposiciones, teatro, talleres culinarios o música son reclamos recurrentes de este mercado, eventos que llenan de vida el lugar y aspiran a otorgarle ese ambiente bohemio tan característico de Oporto.
Mercados de pulgas al aire libre
Y si tu paso por Oporto coincide con el fin de semana, no te será difícil toparte con alguno de los pequeños mercadillos que tienen lugar en la zona más céntrica de la ciudad. Mercados de pulgas al más puro estilo del famoso Rastro de Madrid o del Mauerpark en Berlín en los que encontrarás artículos de lo más variopinto; si estás buscando un regalo o un recuerdo con personalidad, alejado de los estereotipos portuenses, aquí lo encontrarás.
· Quizá el más famoso de todos ellos es la Feira da Vandoma (arriba), que modificó su localización inicial en la Calçada da Vandoma (de ahí su nombre) para reubicarse en la Avenida 25 de Abril para albergar un mayor número de puestos, allí llamadosmontras. Coleccionismo, objetos de segunda mano, discos, muebles, ropa… para todos los gustos. Tiene lugar los sábados por la mañana. Y te sorprenderá, vaya si lo hará.
· No se queda atrás la Feira de Artesanato de Santa Catarina, con artículos de cuero, decoración, cestería y orfebrería de exquisito acabado y a muy buen precio; los puestos, en plena calle, se ubican en la transitada Rua de Santa Catarina de lunes a viernes.
· Y como seguramente visites la Torre de los Clérigos, no pasará desapercibido elMercadinho dos Clérigos, en los aledaños. También con diversos puestos sobre la misma calle en los que encontrarás libros de segunda, tercera y cuarta mano, juguetes hechos a mano, antigüedades, artículos de coleccionismo y alguna que otra sorpresa que podrás descubrir in situ. Se celebra el segundo y cuarto sábado de cada mes.
Imágene: SeanPavonePhoto; Izabela B.; STUDIOGRANDOUEST | Miguel Martínez Rabanal