No son pocas las personas que visitan España y acaban enamorándose tanto de este país que, llegado el momento, deciden jubilarse o echar raíces aquí no sólo por su atractivo innato, también por otros muchos motivos. El hogar de Iberia ofrece una cultura que combina monumentos prehistóricos y vanguardistas, desde playas hasta picos nevados (pasando entre medio por desiertos), todos los estilos de arquitectura imaginables y, por supuesto, tentadoras delicias gastronómicas a cada paso que das. ¿Mencioné ya el clima mediterráneo? ¿No? Pues apúntalo también a la lista de pros.
A muchos les gusta tanto que sueñan con una estancia más larga de la que pueden proporcionarle sus vacaciones: para algunos podría ser una etapa de estudio en una universidad española; para otros, una enriquecedora experiencia como trabajador expatriado; y, para otros tantos, mudarse a España a largo plazo o incluso de manera permanente. Si te sientes identificado con alguna de estas posibilidades, sigue leyendo. Esto te interesa.
Estudiar en España
Si estás buscando estudiar el idioma de Cervantes in situ u obtener un título internacional para seguir progresando en tu carrera profesional, el primer paso es ser aceptado en una institución de educación superior. La web oficial Study in Spain, creada para ofrecer oportunidades educativas a estudiantes internacionales, ofrece recursos útiles como lista de centros por provincias. ¿Estás interesado en cursar un MBA y te enamoraste de Zaragoza? Un rápido click en la región autónoma de Aragón te guiará a la universidad adecuada, con enlaces a su página web oficial para obtener más detalles.
Una vez que seas aceptado, deberás solicitar un visado. Para este trámite, la sección Estudiar en España de la web del Ministerio del Interior te ayudará a aclarar los requisitos particulares a los que debes atender: los ciudadanos que no pertenecen a la Unión Europea, por ejemplo, deben obtener un visado que incluirá la autorización inicial para permanecer en España; sin embargo, dependiendo de la nacionalidad pueden estar exentos de este requisito si la estancia en destino es inferior a tres meses. Si fuera superior a seis meses, además del visado también será necesaria una tarjeta que identifique la condición de estudiante. La solicitud de estos documentos se debe efectuar a través de la Embajada o Consulado español más cercano. ¿Y sobre plazos? Calcula entre siete y diez semanas, teniendo en cuenta que esta solicitud la debes presentar en tu país de origen, no una vez que hayas llegado a España.
Trabajar en España
Puede que sea la opción más complicada de las tres, porque para trabajar en España se necesita un permiso de trabajo y, para obtenerlo, se requiere primero una oferta laboral; puede sonar redundante, pero la realidad es que debes buscar un empleador que esté dispuesto a contratarte y es esta persona quien debe emitir una autorización para que trabajes legalmente en el país.
Si eres uno de los afortunados que han obtenido esta autorización, puedes entonces solicitar el visado: el proceso puede demorarse hasta ocho meses, pero, una vez que te hagas con el documento, tendrá validez de un año y se podrá renovar mientras se mantengan las condiciones. Si este visado supera los cinco años, entonces podrás solicitar la residencia a largo plazo.
Una alternativa para pensionistas y trabajadores a distancia
También existe una residencia sin fines de lucro, por llamarlo de algún modo, que permite vivir en España siempre y cuando no obtengas tus ingresos de la economía española; esto aplica principalmente a las personas jubiladas, aquellas con un determinado nivel de activos u otras con negocios fuera de España que generen ingresos suficientes como para cumplir con el requisito. En este último caso, pueden continuar supervisando esos negocios mientras están en España, pero bajo ningún concepto pueden trabajar para una compañía local.
En esencia, este visado de no-trabajo se puede solicitar en la Embajada o Consulado español más cercano, rellenando los formularios correspondientes y presentando ciertos documentos que certifiquen suficientes activos o ingresos para mantenerse en España, no tener antecedentes penales, enfermedades no contagiosas y cobertura de seguro de salud, entre otros. El primer permiso será válido durante un año y renovable dos veces en las mismas condiciones dos veces por períodos de dos años cada uno. Después de estos primeros cinco años es posible solicitar una residencia de larga duración, en virtud de la que vivir y trabajar regularmente como español.
Si alguna de estas tres opciones te encaja como posibilidad para vivir en España durante algunos meses, años o (por qué no) el resto de tu vida, también existen numerosas webs y foros en los que se ofrecen consejos útiles y la oportunidad de contactar con otras personas que están tomando o han tomado la misma decisión. Sea o no con visado de trabajo, también es posible acudir a un experto en materia legal que te asesore durante todo el proceso.
¡Buena suerte!