Además de sus museos, de sus constantes idilios con el séptimo arte y de su lado más urbanita y creativo, allende Boston, pero siempre a su vera, nos esperan otras tantas y variopintas experiencias sin desperdicio alguno. De todas ellas, vale la pena hablar de una muy, muy especial. ¿Qué tal si exploramos juntos ese lugar del mundo llamado Cape Cod? Démosle un poco de cariño a la capital de Massachusetts, ¿os parece?
Cape Cod suena a peli, a serie tipo Se ha escrito un crimen. Aparte de lo familiar de su nombre, lo que quizá no sepáis es que existe una pintoresca ruta por carretera que nace en los rojos ladrillos de Boston, desemboca en las elegantes playas de Cabo Cod, y de camino es la bomba. Un trayecto tan sobrio como inolvidable. Y cercano. Los coquetos pueblos de pescadores y las aterciopeladas dunas de Cape Cod se encuentran a poco más de 100 kilómetros del corazón de la «Capital de Nueva Inglaterra».
Previo a sumergir los pies en la arena y a dejar que la brisa nos acaricie el rostro y el alma, algo imprescindible que hacer en Cabo Cod es dar un paseo por su historia, que es la de todos los americanos. De hecho, fue en Plymouth Rock (Cape Cod) donde atracó el famoso barco “Mayflower” (el que transportó a los llamados «Peregrinos» desde Inglaterra), o donde se celebró por primera vez un evento tan típico como la cena de Acción de Gracias.
Entonces, una vez instalados en Cabo Cod, no olvidéis por favor mirar al mar. Abrid bien los ojos, y con un poco de suerte avistaréis alguna de las ballenas que transitan por sus aguas; mejor aún, apuntaos a alguno de los recorridos de observación de ballenas en Provincetown, un núcleo de población situado en el extremo de Cape Cod.
Cape Cod National Seashore
Gran parte del cabo es parque nacional: el parque de Cape Cod National Seashore. Entre las dunas y la costa intacta, esta zona es el sueño de cualquier amante de la naturaleza. Un territorio que abarca nada más y nada menos que 65 kilómetros de playas de arena blanca y radiante, además de lagos y marismas, campos de arándonos rojos y faros aquí y allá. Breakwater Beach destaca entre sus playas más famosas, y lo suyo es pasear por estas marismas mágicas, en especial durante la marea baja. El gran pintor Edward Hopper cayó rendido a los pies de estos contornos, y así lo plasmó en algunos de sus cuadros más celebrados.
Cabo Cod, Martha’s Vineyard y Tiburón
La ruta hasta Cabo Cod es la puerta de entrada a un viaje dentro de otro viaje dentro de otro viaje. Lo normal es volar a Boston y regodearse en todo lo que sus calles adoquinadas ofrecen. Sin embargo, lo verdaderamente interesante es reservar algunos días adicionales para visitar tanto Cape Cod como su vecina Martha’s Vineyard, otro de los pueblos de esencia marinera y estrecha relación con el Sr. Spielberg y el cine, como en su día os relatamos. Este rincón de Massachusetts, en el que se come un marisco de primera, queda a tan solo un viaje en ferri desde Hyannis, un pueblo portuario al sur de Cape Cod. Así de fácil.
En definitiva, la ruta en coche desde Boston hasta Cabo Cod es un viaje ilustre, ¿será porque es la ciudad que vio nacer a John F. Kennedy? El icónico presidente no dudó en convertir gran parte de su costa en parque nacional. Es de bien nacidos ser agradecidos.
Un último guiño para aquellos que queráis rizar el rizo: tomad nota de que la flamante clase Turista Premium de Iberia está disponible en la necesaria ruta que nos ocupa.
Imágenes de 歡歡らら, Markow76, Matt Batchelor y m01229 |Marita Acosta