Salir a cenar en pareja es una opción recurrente para el Día de San Valentín, pero… ¿no crees que va siendo hora de hacer algo diferente? Si realmente quieres que la efeméride se convierta en una experiencia inolvidable, te proponemos una veintena de planes en los destinos Iberia (y en sus alrededores) para que disfrutéis juntos: en las alturas o bajo tierra, de relax o con una buena descarga de adrenalina, simple o elaborado, en tierra firme o sobre el agua, barato o caro. ¿Preparado?
¿Un paseo en globo aerostático? ¡Por supuesto!
Estos majestuosos globos tienen algo especial que acaba por alegrarte el corazón, aunque quizá no tanto como las espectaculares vistas que se extienden debajo de ti. Europa ofrece numerosas opciones para volar en globo: si tuviera que elegir sólo un lugar, ése sería sin duda Château d’Oex, en los Alpes suizos, al este de Ginebra. Irlanda, por su parte, ofrece un inspirador telón de fondo con exuberantes praderas, castillos y ruinas antiguas; y, si hablamos de contemplar castillos desde el aire, una buena opción siempre es el Valle del Loira francés, deslizándote sobre elegantes campos, viñedos y mansiones que llaman poderosamente la atención. España cuenta igualmente con numerosas opciones, y entre mis opciones favoritas se encuentran la Sierra de Guadarrama, en el norte de Madrid, y los paisajes ondulados de Cataluña, salpicados de ciudades medievales y formaciones rocosas de gran belleza, como Montserrat.
Cruzando el charco, no puede faltar en este apartado el Valle de Napa, en California, cuyos viajes en globo suelen incluir un recorrido por bodegas locales. En Chile, el desierto de Atacama ofrece unas imponentes panorámicas desde las alturas, solamente comparables con el paseo sobre las ruinas de Teotihuacán, muy cerca de Ciudad de México.
¿Nos echamos un baile?
El tango es el baile sensual por excelencia, romántico y atrevido a partes iguales, y pocos lugares encontrarás más adecuados para unas sesiones que Buenos Aires: muchos de los locales típicos de la capital argentina ofrecen clases de iniciación para principiantes. Un poco de samba en ciudades brasileñas como Rio de Janeiro o Sao Paulo y un poco de salsa en islas como Cuba o Puerto Rico os harán mover los pies de manera animada mientras disfrutáis de íntimos momentos al son de la música. Ah, ¡y sin olvidar el buen merengue de la República Dominicana!
¿Un recorrido original?
No son pocos los destinos Iberia que pueden recorrerse a bordo de un coche de caballos, y los hay muy típicos: el recorrido más clásico que se me viene a la mente lo encontrarás en el Central Park de Nueva York, una manera diferente de conocer el gran pulmón de la ciudad; pero no es el único: en Europa es algo muy típico en ciudades tan emblemáticas como Sevilla, en España, París, en Francia, y Viena, en Austria, lugares donde conocer sus mejores rincones en una calesa tirada por caballos se convierte en algo muy especial.
Caballos, pero de otro tipo muy diferente, son los que ofrecen el comodín de La Habana, en Cuba, una oportunidad única en el mundo de pasear a través de la elegancia de otra época a bordo de flamantes Chevrolets o Cadillacs de llamativos colores; muchos de ellos aún sobreviven desde la década de los 40 y los 50.
Y no sólo por tierra, también por agua, claro está: son muchas las grandes ciudades que se han gestado en los bordes de un río navegable y, más allá de las típicas góndolas de Venecia, hay opciones como los cruceros privados por el Sena de París, por el Moldava de Praga o esas increíbles lanchas motoras para cruzar el encantador lago Atitlán de Guatemala.
¿Cabalgando hacia el atardecer?
Imagínatelo sólo por un instante: tú y tu pareja a lomos de un caballo y una puesta de sol de las que marcan época. Apetece, ¿verdad? Es prolífico el número de ranchos que ofrecen experiencias para cabalgar en pareja a lo largo y ancho del continente americano, desde Estados Unidos hasta esas clásicas y tradicionales estampas de las pampas argentina y uruguaya. Paisajes propios de una postal. En Europa, mi punto álgido en este sentido se encuentra en la región italiana de Chianti, en la Toscana.
¿Un baño de lo más sensual?
Pocas cosas combinan tan bien el romanticismo y a sensualidad como sumergirse en unas aguas termales en medio de paisajes naturales únicos; aunque, eso sí, ante semejantes maravillosas no será fácil disfrutar del baño a solas. Uno de mis favoritos son los Manantiales de Arenal, en Costa Rica, exquisitamente ubicados en pleno paisaje tropical. Un placer para tus sentidos; pero hay mucho más allá: Calistoga en el californiano Valle de Napa, los clásicos balnearios romanos en la ciudad inglesa de Bath, las Termas de Puritama (con ocho majestuosas piscinas) en el fondo de un cañón del desierto chileno de Atacama o los famosísimos baños medievales Rudas, en Budapest. Y también en España, claro que sí: As Burgas en Ourense, la antigua Alhama de Granada a medio ciudad entre esta capital de provincia de Málaga o las aguas termales de Montanejos, cerca de Valencia.
¿Todavía sigues pensando en un plan origina para celebrar San Valentín?
Fotos: eclipse_images, Elena-studio, Gianluca68, Boogich, simonapillola y Oleh_Slobodeniuk | Max Pesling