Corre el año 1964. Nelson Mandela llega a Robben Island, donde pasará dieciocho años mirando a través de la ventana de la misma celda, teniendo por única vista el patio de la prisión de la también conocida como “isla de las focas”.
Me gustaría hablaros de esa celda y de esa isla, visitas imprescindibles en todo viaje por Sudáfrica. Y no solo porque el preso más famoso del mundo permaneciera en ella durante dieciocho de los casi treinta años que pasó en prisión… aunque también por ello. Robben Island es una fantástica isla de arena situada al Sur de África, a unos 11 kilómetros de la costa de Ciudad del Cabo. Cuando la Unesco declara un lugar Patrimonio de la Humanidad es por algo, y ese algo es precisamente lo que sucedió con la isla Robben en 1999.
Las emociones despiertan ya al otro lado de la bahía: la visita a Robben Island produce momentos intensos de principio a fin. El tour empieza en el “Nelson Mandela Gateway”, allá por el lujoso V&A Waterfront, y lo hace en forma de exposición permanente multimedia sobre el proceso de lucha contra el apartheid. El recinto también cuenta con un restaurante y una tienda a disposición del viajero.
Las siguientes sensaciones nos embargan durante el corto pero intenso trayecto en transbordador con el que alcanzaremos nuestro destino. Se trata de la siempre refrescante fuerza de la naturaleza, que se materializa en la visión de la Table Mountain como telón de fondo, así como con los avistamientos de pingüinos y focas que acaecen mientras se surcan las gélidas aguas del océano Atlántico.
En la isla, ya en tierra, pueden verse grupos de antílopes.
La excursión por la isla, a la que se puede (y debe) dedicar varias horas, implica detenerse en diferentes lugares históricos. Nada más arribar al islote atravesamos un arco que reza, tanto en inglés como en afrikáner, el siguiente mensaje: “Bienvenidos: servimos con orgullo”. Y a partir de ahí, arranca el recorrido por un relato de pasado reciente y emotivo en el que nos imbuimos, y con el que nos trasladamos a otro tiempo, a una Sudáfrica que tiene mucho que contar. Cárcel ayer, museo hoy, en la actualidad la isla es el Museo Robben Island, en el que la historia se relata en primera persona. ¿El motivo? La visita suele hacerse de la mano de un antiguo preso, y nadie mejor que ellos para contar su experiencia y sensaciones.
¿Hay alguna peli que se pueda ver para familiarizarse con la isla o su historia? En Adiós Bafana (2007), basada en la autobiografía de Mandela y protagonizada por el actor británico Joseph Fiennes, se muestran escenas diversas que tienen por escenario la prisión de máxima seguridad. Uno puede acercarse así, a través del séptimo arte, a las sensaciones y emociones que esta visita nos proporcionará. Volemos a Johannesburgo con Iberia, viajemos por Sudáfrica, y vivamos a tope.
Foto de Flashpacker Travelguide, Meraj Chhaya y South African Tourism |Marita Acosta