Al sur de la Selva Negra nos encontramos con un lago de ensueño llamado Titisee. ¿Titisee? Así es, mismo nombre que recibe también uno de los pueblos más mágicos de la zona. Pero veamos, antes de adentrarnos de lleno en este escenario de película, ¿qué tal si nos situamos primero y “le ponemos cara” a eso de la Selva Negra? Y es que lo de selva unido a negra casi suena a safari africano o cuando menos a alguna aventura semejante por quizás otros continentes del mundo. Nada más lejos de la realidad. Se trata de Europa pura y dura. Y así, el corazón central de la Selva Negra está en el estado federado alemán de Baden-Württemberg. La extensión de este macizo montañoso de nombre Selva Negra es de unos 6.000 km². Extensión tapizada de frondosos bosques allá donde mires, que tiñen de cierta manera el paisaje de la zona, dicen que, de ahí, su nombre. Y, por cierto, de ahí también el nombre de esa mundialmente conocida tarta Selva Negra y típica de la región. ¡No te vayas sin catarla!
Ahora sí, ya situados en el mundo, podemos seguir. Y para seguir y emprender ruta, tal vez lo más conveniente sea primero volar hasta Alemania: Frankfurt o Stuttgart son dos buenas opciones de aeropuertos. Una vez allí, alquilar un coche para moverte con autonomía y sin necesidad de depender de horarios de trenes o autobuses, es perfecto. Hay que tener en cuenta que, para llegar a la zona de la Selva Negra, nos quedan aún 2-3 horas de recorrido en coche. Este recorrido en coche no se hace muy pesado, gracias al buen estado de las carreteras alemanas y gracias al bonito paisaje que te irá acompañando durante todo el trayecto.
Muchos son los puntos de la Selva Negra en los que podrías ubicarte. Como decíamos al comienzo del post, Titisee es uno de esos puntos. Un pueblo, con lago incluido, encantador, bonito y cómodo para viajar en familia. Existen opciones de alojamiento alrededor de Titisee o en el propio pueblo. Lo más fácil -sobre todo si viajas con niños- es alojarte en el centro de Titisee. El pueblo es pequeño, con mucha vida diurna y poca nocturna. Ten esto último en cuenta de cara a organizar tus comidas y ¡cenas! Nunca olvides que España, en cuestión horarios, marca la diferencia.
A continuación, detallamos planes apetecibles, en Titisee y alrededores, enfocados principalmente a familias con niños:
- Rutas de senderismo. Desde toda esta zona arrancan multitud de rutas de senderismo: más o menos largas, más o menos difíciles. ¡En la variedad está el gusto! Justo detrás del aparcamiento de la estación de tren de Titisee comienzan muchas de estas rutas.
- Paseo en barco. Desde el paseo que bordea el lago en Titisee salen distintos tipos de barcos para hacer recorridos por el citado lago. Podrás escoger entre barcos más grandes compartidos con más gente, barcos tipo lanchas más individualizados, y hasta los típicos pedales de la playa para de paso hacer también un poco de ejercicio. Debes saber que, si estás más de dos noches alojado en Titisee, te darán de manera gratuita en tu hospedaje una tarjeta roja con un montón de descuentos para actividades de la zona. Una de esas actividades es el paseo en barco, que directamente te saldrá totalmente gratuito (siempre y cuando el barco elegido sea el grande, compartido con más personas).
- Acercarte a Feldberg. El pico más alto de la región te espera con los brazos abiertos y con unas vistas de vértigo y de foto. Puedes subir en teleférico, toda una experiencia para los más pequeños -con la tarjeta roja antes mencionada puedes acceder de manera gratuita- o, si lo prefieres, caminando. Una vez en lo alto, no te olvides de subir a la torre para ver todo desde aún más arriba. En tu memoria quedarán ya guardadas para siempre las que dicen son las mejores vistas de la Selva Negra. Ojo al dato: en época de nieve, Feldberg se transforma en una importante estación de ski y se adapta por tanto a la práctica de este deporte.
- Más cosas que hacer en Feldberg. Las opciones de ocio para los pequeños aquí son varias: museo de ciencias naturales, parque infantil de bolas, parque de tirolinas para grandes y pequeños (previa reserva) y un parque público muy divertido y diferente a los que solemos ver por España, situado justo al lado de las tirolinas y detrás de una pequeña iglesia.
- Visitar el parque acuático cubierto y spa Badeparadies Schwarzwald. ¿Existen los parques acuáticos cubiertos? En Titisee sí. Y atención porque se trata de un impresionante parque acuático en toda regla. Con miles de atracciones, piscina de olas, tumbonas, piscinas para los más pequeños, cafeterías, etc. Un plan perfecto para toda la familia, llueva o relampaguee. Además, tiene también una zona de spa para adultos. Con la tarjeta roja tienes derecho a acceder de manera gratuita durante un par de horas al spa, o en su defecto, te harán un buen descuento.
- Pasar un día en Friburgo. A media hora en coche de Titisee nos encontramos con esta ciudad tan especial. Su arquitectura te cautivará al igual que sus acogedoras y empedradas calles o su impresionante catedral gótica. Paséala, disfrútala y obsérvala mucho, ¡estás en una de las ciudades más ecológicas y sostenibles del mundo! Y recuerda comerte un perrito caliente en el puesto que suele estar en uno de los laterales de la catedral.
Fotos: Mª José C. Lamas, Kuzmalo y bluejayphoto | Mª José C. Lamas