Según las estadísticas de Instagram, Barcelona es una de las ciudades más fotografiadas de Europa, un estatus que se ha ganado a pulso por muy buenas razones. La capital de Cataluña es un auténtico tesoro con tintes históricos, culturales, arquitectónicos y gastronómicos, por nombrar solo algunos puntos, pero también una ciudad de la que estoy enamorado desde estudié allí hace cuarenta años. Cada vez que tengo oportunidad, claro, no dudo en volver. Tratar de reducir a diez las visitas obligadas de un destino de este calibre no es tarea fácil, pero… ¡aquí voy – benvinguts a Barcelona!
Barrio gótico
Una de mis partes favoritas de la ciudad es este laberinto de calles estrechas salpicadas de imponente arquitectura románica, gótica y neogótica, parapetada por la Catedral de Santa Cruz y Santa Eulalia, del siglo XIV. Otros puntos de referencia podemos fijarlos en la Plaça Sant Jaume, que alberga el Ayuntamiento de Barcelona y el Parlamento de Cataluña, la Generalitat; también el Palau Reial Major (residencia de los condes medievales del Barcelona y, más tarde, de los reyes de Aragón), Quatre Gats (un histórico restaurante de estilo modernista que fue centro de reunión para Pablo Picasso y otros artistas) y el Museo de Historia de la Ciudad, construido sobre los restos de las murallas de la antigua ciudad romana de Barcino.
Casa Batlló
Si hablamos de arquitectura modernista, un estilo único de finales del siglo XIX y principios del XX que le otorga fama mundial a Barcelona, su representante más conocido es Antoni Gaudí: su Casa Batlló, una enorme, colorida y céntrica casa adosada de siete pisos en el mismísimo Passeig de Gràcia, cautiva a propios y extraños con sus líneas y espacios sinuosos. Eso sí, recuerda comprar las entradas online y con la mayor antelación posible, porque es uno de los lugares más visitados de la ciudad.
Casa Milá (La Pedrera)
Otra obra de Gaudí, también ubicada en el Passeig de Gràcia, basada en un gran bloque de pisos que se construyó poco después de la Batlló. Su apodo de La Pedrera proviene del aspecto tosco de su fachada ondulada. Coronada por una azotea escalonada repleta de llamativas chimeneas, en su interior encontrarás un museo y un centro cultural.
El barrio del Born
Al este del Barrio Gótico, este distrito se ha convertido en los últimos años en un barrio animado, creativo y lleno de cafés, restaurantes y tiendas de lo más variopinto. El ambiente que se vive aquí día y noche es digno de mención. En el Born podrás visitar el Museu Picasso, con una colección de más de 4.200 obras localizadas en diferentes edificios medievales conectados entre sí, y también el Centro de Cultura i Memòria, un mercado de alimentos cubierto que, desde 2013, además de salas de exposiciones, espacios de innovación y una zona de comidas, también muestra las excavaciones del barrio del siglo XVII que estuvo sobre el lugar.
Y si tus gustos están más enfocados al ámbito multiculti, también puedes conocer el Raval, en el lado oeste de la Rambla, que alberga el MACBA (Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona) y el CCCB (Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona).
Montjuïc
Esta ancha y no demasiado elevada colina en el suroeste de Barcelona ofrece agradables paseos en un entorno bucólico, pero también increíbles instituciones culturales, la mayoría legado de la Exposición Internacional que se celebró en 1929. Quizá el ejemplo más destacado sea el impresionante Palau Nacional Italiano, que acoge el Museo Nacional de Arte de Cataluña, con una colección muy variada y centrada en las épocas románica y modernista.
También podemos nombrar el Poble Espanyol, una especie de parque temático con énfasis en España y con más de cien estructuras que recrean algunos de los edificios y lugares emblemáticos del país; la Fundación Joan Miró, un museo de arte moderno centrado en este gran artista catalán; el Jardín Botánico de Barcelona; o el Museo Olímpico y del Deporte, que destacamos porque en Montjuïc encontrarás también una buena cantidad de estadios y sedes de los JJOO de 1992, que pusieron a Barcelona en el candelero a nivel mundial.
Palau de la Música Catalana
También de estilo modernista, pero diseñado por otro destacado arquitecto de la época, Lluís Domènech i Montaner, en 1908, esta sala de conciertos es una maravilla tanto para los oídos (por los conciertos que se celebran) como para la vista (su interior es sublime); desempeña un papel fundamental en la vida cultural de Barcelona. Si puedes, no dejes de asistir a alguna de sus obras clásicas; también está abierto para visitas turísticas.
En el barrio de Gràcia, en este parque de 17 hectáreas inaugurado en 1926 encontrarás un par de casas diseñadas por Gaudí, terrazas, columnatas, fuentes y numerosos ornamentos elaborados con mosaicos de colores, que le otorgan ese toque inconfundible. Se ha vuelto tan popular que, desde 2013, sus áreas centrales tienen acceso restringido a los no residentes a través de visitas programadas.
La Rambla
Se trata de un paseo peatonal flanqueado por árboles (y, casi siempre, atestado de gente) que recorre 1,2 kilómetros desde Plaza de Cataluña a lo largo del Barrio Gótico hasta llegar al puerto: está lleno de tiendas, restaurantes y hoteles. A mitad de camino te toparás con uno de mis mercados cubiertos favoritos, La Boquería, y el Liceu, la bellísima ópera de Barcelona, inaugurada en 1847. También destaco la gigantesca estatua de Cristóbal Colón y los Drassanes Reials.
Templo Expiatorio de la Sagrada Familia
No es solo la obra más famosa de Gaudí, también el icono más representativo de Barcelona y uno de los monumentos más visitados de toda España. Comenzó a construirse en 1882 y, si se respeta el calendario, está previsto que se complete en 2026, centenario de la muerte del arquitecto. Con una silueta exterior que simula cera derretida y un interior con asombrosos pilares y vidrieras, es un verdadero must, una experiencia de otro mundo.
Tibidabo
La más alta de las dos colinas de Barcelona se eleva 512 metros en el noroeste de la ciudad, y ofrece una de las mejores panorámicas del paisaje urbano hacia el Mediterráneo. Aunque se puede llegar caminando, la mayoría de visitantes toman el funicular (el más antiguo de España, inaugurado en 1906) para llegar hasta la Iglesia del Sagrado Corazón, que se terminó de construir en 1961. Justo debajo se encuentra un parque de atracciones que, con sus 114 años, es uno de los más antiguos del mundo; una excelente combinación de atracciones antiguas y nuevas en lo más alto de la ciudad.
Imágenes: IakovKalinin, TomasSereda, alxpin, traumschoen, Zheka-Boss, LUNAMARINA, Nikada y elxeneize| David Paul Appell