Toulouse, además de ser una ciudad acogedora, tiene buena fachada. Planta no le falta, gracias en parte al icónico forro de piedra que la envuelve, cuya paleta de cálidos colores va desde el rosa más pálido hasta el naranja más vivo. Toulouse es Francia en estado puro y, por eso, apetece mucho conocerla. Entonces, ¿por dónde se empieza?
24 horas en la ciudad
Mañana
La idea para una mañana en Toulouse es dedicar parte del tiempo, ese chicle que en vacaciones se estira más y mejor, a recorrer lo imprescindible de la ciudad; teniendo en mente que en Toulouse uno debe de entrar (al menos) en alguno de sus museos, esa propuesta, y además en plan diferente, puede reservarse para más tarde. La mañana será entonces solo para los clásicos. La tarde, para las sorpresas.
Un repaso al fondo de armario de Toulouse podría contener, entre otras, las siguientes piezas:
– El Capitole, en calidad de edificio símbolo de la “Ciudad Rosa”. Engloba un dos por uno: concentra tanto el edificio del Ayuntamiento como el teatro homónimo.
– La basílica de Saint-Sernin, cuyo trío de ases consiste en: a) ser el mayor edificio románico de Occidente; b) haber sido y ser una etapa clave en el Camino de Santiago; c) ser patrimonio mundial de la Unesco.
Tras acercarse a lo esencial de una panorámica por Toulouse, lo suyo es planificar una comida tempranera, dado que por la tarde queda mucho por descubrir, y los horarios de los museos y las aventuras no esperan.
Tarde
Por la tarde, es momento de elegir la siguiente aventura:
a) Dar un original paseo de 45 minutos a espaldas de un minotauro gigante. Una actividad de leyenda a 14 metros de altura que conviene planificar para primera hora de la tarde, justo después de comer, ya que solo está disponible hasta las 18 horas. Para ello habrá que dirigirse al museo “Halle de la Machine” (3 avenue de l’Aérodrome), en el corazón del barrio histórico de Toulouse.
Este centro expositivo exhibe sobre la conocida como “Pista de los Gigantes” una seria de colosales máquinas de espectáculo callejero, llamativas piezas hechas de madera y acero. Entre las más conocidas y fotogénicas destaca una enorme araña de 20 metros de altura, también el minotauro Asterión, protagonista de la inolvidable experiencia 360 grados que no necesita de soportes multimedia: se siente.
b) Pisar la luna en un parque temático de lo más terrenal: la “Cité de l’espace”, en Toulouse.
¿Qué tendrán los planetarios que a muchos fascinan? ¿Por qué será que rozar la luna y las estrellas, aunque sea sin moverse del planeta Tierra, le resulta al ser humano tan inspirador?
La “Cité de l’espace” tiene sus miras puestas en conquistar el espacio para el que la visita. Ubicada a las afueras de Toulouse, abre las puertas hasta las 17 horas (18 horas los fines de semana). Este museo maneja muy bien las emociones de quien decide conocerlo, jugando al alunizaje. Allí, se puede hacer realidad el deseo de visitar modelos a escala real del cohete Ariane 5, de la estación espacial Mir, y de módulos de la auténtica cápsula Soyuz. Otros de los grandes atractivos de este parque temático de Toulouse son la recreación de la luna y el planetario, cuyos documentales en 3D no hacen más que recibir alabanzas.
En definitiva, la “Cité de l´espace” es un espacio de ciencia ficción para todos los públicos, e invita a combinar aprendizaje y entretenimiento. Con su tono didáctico y un enfoque muy visual, hará felices a grandes y pequeños, quienes serán incapaces de concentrar en un único día todas las actividades que el parque propone, entre ellas la de caminar por la luna.
Llega el atardecer en Toulouse y, con él, el momento ideal para darse un paseo por las orillas del río Garona. Ya sea a pie o en crucero, cualquier medio de transporte es bueno para transitar por el paseo Henri-Martin o la plaza de la Daurade, para fotografiar una de las más hermosas vistas de la capital histórica de la provincia del Languedoc. El Hôtel-Dieu Saint-Jacques es uno de los monumentos más destacados de las orillas, que puede contemplarse mientras se disfruta del cálido sol de las últimas horas del día.
Una de las grandes sorpresas de la noche en Toulouse es su iluminación, a la última en lo que a tecnología se refiere. El Pont Neuf, las vistas sobre el río Garonne, la torre del Convento de los Jacobinos, el Capitole y la torre de la Basilica St Sernin… todos estos encantos patrimoniales ven realzada su belleza gracias a una luz tan favorecedora.
24 horas en la campiña: un estupendo día en los alrededores de Toulouse
Y quien pueda estirar su estancia más de un día (que es lo suyo), dispondrá de un montón de lugares interesante en los alrededores para explorar. Es época de vendimia, ¿verdad? Pues, ¿qué mejor que perderse por los viñedos de Frontón?
Una excursión de un día a los viñedos de Frontón, situado a menos de treinta kilómetros de la «Ciudad Rosa» (por el color de sus ladrillos, es una idea formidable. Y es que Toulouse posee el título de capital de los vinos del suroeste. Además, Frontón elabora sus caldos con una uva única en el mundo: la «négrette».
Así que nada mejor que pasar un día en plena campiña, entre viñedos y bosques.
Un viaje así suena a que todo es fácil. Iberia oferta vuelos baratos a Toulouse, así que sacarle el jugo a la capital de Occitania es más sencillo que nunca. Una lanzadera bus lleva desde el aeropuerto Toulouse-Blagnac hasta varios puntos del centro de la ciudad en apenas 30 minutos. Vive la France!
Fotos de David Mark de Pixabay; www.maxpixel.net; Benh LIEU SONG; Cité de l´espace