La Navidad es pura magia. Es una época entrañable en la que nos solemos rodear de familia y amigos. Y es un buen momento para hacer balance del año que despedimos y un buen momento para pedirle al año que entra todos nuestros deseos.
Es además tiempo de frío, de nieve, de chimeneas, de mantas y de chocolates calientes. Aunque no siempre. Si bien es cierto que muchos europeos relacionamos la Navidad con todos estos elementos, hay otras muchas personas, miembros de otros rincones del mundo, que relacionan la Navidad con…
Sol y calor. Vestidos y chanclas. Ventiladores y abanicos. Comidas familiares al aire libre. Planes en plena naturaleza.
¿Dónde sucede esto? Pues por ejemplo ¡en Buenos Aires, Argentina! ¿Os imagináis una Navidad por allí? Sin duda alguna, para nosotros sería una Navidad diferente, llena de novedades de todas las formas y colores.
Pues venga, volemos hasta la capital argentina y descubramos esa Navidad atípica y especial. ¿Qué hacen los bonaerenses durante la temporada navideña? Veamos a continuación algunos ejemplos:
Admiran el árbol de Navidad de las Galerías Pacífico.
Las Galerías Pacífico son un centro comercial que data de los años noventa. Su encanto es su localización, ya que lo alberga el histórico Edificio del Pacífico: un edificio de amplias dimensiones del siglo XIX situado en pleno centro de la ciudad. Cada año, un gigantesco árbol de Navidad preside el imponente edificio. El árbol está decorado de abajo a arriba y de arriba a abajo por cristales de Swarovski. Los cristales resplandecen junto a las miles de luces que los acompañan. A las familias bonaerenses les encanta acercarse hasta este céntrico punto para sacarse esa foto especial junto al bonito árbol cada Navidad.
Pasean por la Plaza de Mayo y despiden el año junto a la Casa Rosada.
La Plaza de Mayo es una de las plazas principales de Buenos Aires y está ubicada en el Barrio de Montserrat. En esta calurosa época pasear por el barrio a partir de las 6 de la tarde es toda una tradición. La zona adquiere un encanto especial cada Navidad. Además, aquí encontramos la famosa Casa Rosada. Famosa por ser en donde se aloja el despacho del presidente, y, famosa por ser un punto idílico para recibir al año nuevo al son de las 12 campanadas.
Se vuelven a maravillar con El Obelisco y con la Plaza San Martín.
Tanto El Obelisco como la Plaza San Martín son dos de las maravillas que Buenos Aires esconde. El primero, es el gran distintivo de la ciudad, la segunda es una de las grandes áreas verdes del barrio del Retiro. El bonaerense sabe que las Navidades son un buen momento para pasarse por estos enclaves de la ciudad. Son zonas de mucho ambiente, que, unido a la buena climatología generalizada y a la iluminación y decoración propias de estas fechas, los convierten en puntos diez para perderse en esta temporada festiva.
Saborean su buena gastronomía.
La gastronomía argentina es sabrosa y variada. El paladar argentino es exigente. Y en Navidad aprovechan para dar rienda suelta a su buena tradición culinaria. Muchos establecimientos se visten de gala en esta época y el bonaerense aprovecha para deleitarse más que nunca con su buena cocina. Un buen lugar para hacerlo es en el Museo Evita. Su restaurante es de primera y organiza cada Navidad noches especiales gastronómicas en donde parece que sus cartas de vinos y de pastas caseras vuelven loco a más de uno. Aprovechamos la coyuntura para remarcar que el Museo Evita es un museo dedicado a las mujeres argentinas más influyentes del siglo pasado.
Gozan con noches veraniegas de tango en Casas de Tango.
Es muy típico que, en esas noches navideñas más señaladas las típicas Casas de Tango de la ciudad organicen veladas a ritmo de tango con espectáculos de primera que deleitarán tanto a autóctonos como a visitantes. Ya sea en Navidad, ya sea en Año Nuevo, el plan de estas veladas es el siguiente: cenas y disfrutas del show y, para acabar, ¡todos a la pista de baile! Sin duda alguna, un plan muy argentino altamente recomendable para sumergirse de verdad en la cultura bonaerense.
Visitan estancias gauchas.
Los gauchos eran esos habitantes característicos de las llanuras y puntos próximos a la ciudad. Solían ser jinetes con destreza vinculados a la proliferación de vacuno. El gaucho del presente ha sustituido el caballo por el 4×4 y la vestimenta típica por vestimenta más actual (relegando la típica solo para ocasiones festivas), pero su esencia y sus estancias siguen existiendo. Y sus estancias se pueden visitar para adentrarte así en su historia, en su cultura y en su estilo de vida del presente y del pasado.
Disfrutan de Puerto Madero.
Puerto Madero es un barrio bonaerense que en los últimos tiempos se ha convertido en una de las zonas más exclusivas y elegantes de la ciudad. Con el verano, la zona despunta puesto que sus alternativas de ocio y entretenimiento son muy variadas:
- Restaurantes de calidad.
- Zonas verdes como su Reserva Ecológica: lugar ideal para pasear, practicar senderismo, andar en bicicleta, etc.
- Cruceros por el Río de la Plata.
- Parques bonitos y bien acondicionados como el Parque Micaela Bastidas.
- Museos como el Museo del Humor.
- Paseos como el Paseo de La Gloria: dedicado a los mejores deportistas argentinos de todos los tiempos.
- Su mayor emblema, el Puente de la Mujer: un puente que simboliza la estampa de una pareja bailando el tango porteño.
Foto | Andrew Milligan sumo