no_limit_pictures
La cuarta mayor ciudad de Irlanda, en el centro de la costa atlántica del país y a poco más de dos horas al oeste de Dublín, cuenta con un legado histórico que se remonta a casi mil años. Pero hoy es conocida por su oferta cultural y social de corte bohemio (provocada por su elevada población universitaria, alrededor del 20% del total), y también por los numerosos festivales y eventos que acoge a lo largo del año.
Galway siempre ha sido un punto de referencia para el turismo en Irlanda, más aún desde la exitosa canción Galway Girl de Ed Sheeran. La ciudad es conocida como el corazón cultural del país, por lo que no ha supuesto ninguna sorpresa que haya sido designada, junto con Rijeka, en Croacia, Capital Europea de la Cultura en 2020, lo que conllevará que el número de actividades culturales crezca de manera exponencial este año. ¡Una excusa inmejorable para visitar la Ciudad de las Tribus (llamada así en referencia a las catorce grandes familias mercantes que gobernaron la ciudad en la Edad Media)!
Fundada como una fortaleza en el año 1124 en la desembocadura del río Gaillimh (nombre que se convirtió gradualmente en Galway), el pueblo de pescadores que creció a su alrededor acabó siendo una próspera y amurallada ciudad medieval como almacén de comercio en Europa. Tras guerras y siglos de competencia con otras ciudades portuarias, sufrió diversos altibajos hasta finales del siglo XX, con el comienzo de la era conocida como ‘el tigre celta’, con grandes reformas sociales.
powerofforever
En Galway podrás disfrutar de un gran ambiente en el animado Barrio Latino, con calles empedradas repletas de músicos callejeros y multitud de cafeterías y bares. Entre los restos más destacados de la época medieval encontrarás la Iglesia Colegial de San Nicolás, construida en 1320 y actualmente la parroquia de la Edad Media más grande de Irlanda; también existen un par de restos de las antiguas murallas de la ciudad, el Spanish Arch y el Caoċ Arch, que podrás contemplar en las orillas del río, y el castillo de Lynch, una casa fortificada que en su día fue hogar de las familias locales más pudientes (aunque hoy es un banco, su planta baja se mantiene abierta para los visitantes).
benedek
Los amantes de la historia tienen una cita obligada en las ruinas del Monasterio Kilmacduagh, del siglo VII, que se encuentran en la localidad homónima a unos cuarenta minutos al sur de Galway; por su parte, a solo media hora de la ciudad, podrás encontrar el Castillo de Dunguaire, sin duda el más fotografiado de Irlanda y en plena bahía de Galway.
Gabriele Zufetti
De vuelta en la ciudad, su corazón, a unas pocas calles del río, es Eyre Square, cuyo verde césped contrasta con una esplendorosa fuente central que imita las velas rojizas del mítico barco de pesca ‘Galway Hooker’; algunas de sus calles aledañas son peatonales y albergan numerosas tiendas y cafeterías. La vida en la calle es animada, acentuada por músicos callejeros a lo largo de Shop Street, High Street y Quay Street (arriba), cerca de la orilla del río: hablamos de violinistas, músicos tradicionales y actuaciones de música folclórica irlandesa (conocidas como trad sessions) que animan tanto su caso histórico como los pubs de la zona; un buen ejemplo es el conocido The King’s Head, ubicado en un edificio antiguo de 800 años de antigüedad.
ClaudineVM
Otra buena opción es cruzar el Salmon Wie Brige hasta la Isla de Nun, de poco más de una hectárea pero con un enorme templo (la catedral de Nuestra Señora de la Asunción y San Nicolás) de piedra caliza gris (arriba), que parece bastante antigua pero que, en realidad, fue construida en estilo neorrenacentista a mediados de la década de 1960; tiene algunos toques modernos en su interior, como la vidriera que representa al presidente John F. Kennedy, que visitó Galway en 1963 y todavía es aclamado en Irlanda, y otra muy curiosa que representa a San José ejerciendo su oficio como carpintero con la virgen María barriendo el suelo.
Dos sugerencias más: visita el Museo de la Ciudad de Galway, que narra el pasado de la región desde la prehistoria y que ofrece interesantes exposiciones temporales, y compra un anillo claddagh, símbolo de amistad que se originó en el siglo XVIII en el pueblo pesquero del mismo nombre y que en su día fue absorbido por la ciudad.
Y, como ocurre en buena parte de Europa, el verano es un momento inmejorable para visitar Galway, tanto en términos de temperatura como por ser temporada de festivales, localizándose en esta estación los dos eventos principales de la ciudad: las carreras de Galway (este año, del 27 de julio al 2 de agosto), una de las concentraciones hípicas más destacadas del país, y el Festival Internacional de las Artes (del 13 al 26 de julio), con numerosas actividades de teatro, música, artes visuales, danza y encuentros literarios llevados a cabo por artistas locales, nacionales e internacionales.
Este año es muy especial porque Galway está preparada para potenciar la cultura local y los festivales con un toque muy irlandés, explorando temáticas sobre idioma, paisajes y migración y estructurándolos sobre el antiguo calendario celta (con sus estaciones Imbolc, Bealtaine, Lughnasa y Samhain). Se trata de un completo programa que va desde lo ancestral hasta lo más futurista, puedes echarle un vistazo aquí.