De Antigua Guatemala nos trasladamos a la Ciudad de Guatemala que, haciendo honor a su ubicación en tierras altas, se empieza a descubrir desde arriba, se devora con la mirada. El mirador de la zona 14 es uno de esos rincones viajeros desde los que contemplar de tú a tú los volcanes cercanos; Pacaya, el de Agua, Acatenango, el de Fuego, el majestuoso lago de Amatitlán… La sensación es la de estar alcanzando los confines de la ciudad. Y no es para menos.
También conocido como Mirador de la Plaza Berlín, y ubicado en la zona 14 de la Ciudad de Guatemala, el mirador de la zona 14 constituye una atracción para todos los públicos, un lugar de ambiente tranquilo donde las familias guatemaltecas acuden a relajarse y también a pasar el rato, donde todo es posible. Curiosamente, lo de Berlín se debe a que la plaza contiene, para sorpresa de muchos, secciones originales del Muro de Berlín que rememoran su caída en 1989.
Por lo que respecta a los alrededores, la zona concentra multitud de edificios bonitos, siendo una de las partes más cuidadas de la ciudad. Es un barrio tranquilo, que apetece visitar a pie. Todo confluye para que este pequeño mirador bañado de mucho verde sea un excelente punto desde el que contemplar unas buenas vistas del sur de la ciudad mientras se disfruta de un refresco o se descansa durante el viaje a Guatemala.
Y al bajar de las alturas, uno sigue sintiéndose en un lugar especial. Ciudad de Guatemala es la urbe más grande y cosmopolita de Centroamérica, y prueba de ellos son los museos, edificios interesantes, y momentos divertidos que ofrece. Ah, y tampoco faltan los barrios de moda. La ciudad tiene tanto que contar a quien quiera escuchar sobre arte que ha creado la ruta cultural conocida como “El Paseo de los Museos”. Entre los santuarios culturales destaca el Museo de Casa Santo Domingo, consagrado al arte contemporáneo y pre-colombino (3a Calle Oriente 28 A, en Antigua Guatemala). Tras el nombre de tan célebre edificio se esconden varios museos en uno, entre ellos el Museo Colonial, el Museo Arqueológico, el Museo de Arte Precolombino, o el Museo de Plata (la lista suma y sigue). Entre todos estos atractivos destaca un gancho para el visitante: sus interesantes catacumbas y enormes criptas subterráneas.
Para aligerar tanta cultura e incorporar un tanto de actividad física y de otro tipo de diversión, cerca de la Ciudad de Guatemala se brinda la posibilidad al viajero de subir a unos columpios gigantes. Los amantes de la aventura disfrutarán de la singular experiencia, sobre todo teniendo en cuenta que uno de los columpios alcanza los 2,500 metros de altura y es el más alto de Centroamérica. Así es este lugar natural que permite escapar de la rutina sin viajar lejos de la ciudad (ubicado en el municipio de Tecpán).
Llega el turno de guiñarle el ojo a la arquitectura, y que mejor objeto de deseo que el Centro Cultural Miguel Ángel Asturias. Diseñado por el artista guatemalteco Efraín Recinos, el también conocido como Teatro Nacional se encuentra en el Centro Cívico de la Ciudad de Guatemala y sobresale entre todo lo demás. Todo gracias a su forma, que para unos emula un barco, y para otros un jaguar sentado. En cualquier caso, todos buscan en su fachada las diferentes formas de animales, objetos y naturaleza de Guatemala que, según se dice, Efraín Recinos integró en el edificio, y que a todos fascina.
En definitiva, los entusiastas de la cultura deberían profundizar en Ciudad de Guatemala y su lado creativo, pero sin dejar de lado Antigua Guatemala (ambas se encuentran a hora y media en coche). Arquitectura, museos, edificios culturales, buenas vistas… Muchas son las curiosidades de la capital y sus alrededores, como el mirador de la Zona 14; o las visitas a barrios de moda, como el bohemio 4 Grados Norte. En general, Ciudad de Guatemala es inspiradora, y no lo es menos su alter ego histórico, puro disfrute del estilo de vida colonial.
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Fotos: Didier Baertschiger; Christopher William Adach; Ralf Steinberger; Sebastian John