Nuestras ciudades nos necesitan. Nuestro turismo pende de un hilo. Nuestra economía circular clama al cielo que unamos fuerzas y que le demos un empujón que nos permita cerrar este 2020 con dignidad. Por ello os animamos a viajar. No es necesario ir muy lejos. España es un diamante en bruto en cuanto a sitios bonitos que visitar y descubrir. Así que, quedémonos por aquí. En esta ocasión, nuestra bonita Valencia nos espera. Con prudencia y responsabilidad, pero también con los brazos abiertos y con una sonrisa muy bien puesta.
Valencia es jovial y encantadora, y cosmopolita y moderna. Pero también es naturaleza en estado puro. Más allá de su acuario, el Oceanogràfic -el mayor acuario de Europa, por cierto-, esta importante capital española nos ofrece otros muchos planes al aire libre igual de interesantes. Y así, nuestro propósito de hoy es adentrarnos en algunos de sus parajes naturales para descubrir esos planes menos urbanos que tanto en Valencia como en sus alrededores nos podemos encontrar. Y pensemos que, como normalmente, el clima de Valencia es moderado y sus otoños son suaves, podremos disfrutar de estos planes sin ningún impedimento climatológico.
Navarrés. Este municipio, localizado a una hora en coche desde Valencia, es un verdadero tesoro. Entre sus joyas se esconde el sendero de Los Chorradores de Navarrés (sobre la CV 580 en dirección a Quesa), un despampanante Paraje Natural Protegido con un paseo de 3 kilómetros apto para todas las edades. Estamos ante una ruta sencilla en la que te encontrarás con un río, fuentes y cascadas y una frondosa vegetación. Hacia el final del paseo, en la zona de la Fuente de la Higuera, hay un área de descanso con mesas para poder comer o merendar al aire libre. Por cierto, dejar el coche antes de comenzar la ruta no supone ningún problema, pues la ruta cuenta con una zona habilitada como aparcamiento.
Buñol. Este municipio, localizado a menos de media hora de Valencia, pertenece a la comarca Hoya de Buñol y es otro punto digno de visita en la zona. El entorno de Buñol es mágico y privilegiado: ríos, cuevas, pozas naturales, lagos, bosques mediterráneos y muchos paseos admirando toda esta naturaleza junta. Pero, además, Buñol es historia, es cultura, es arquitectura y es arte. La majestuosidad de su castillo, el Castillo de Buñol, lo dice todo. Un monumento que data del siglo XIII y que nos cuenta muchas historias de esta tierra. Y su interesante casco histórico, con pequeñas calles adoquinadas, casas blancas y coquetas y cientos de iglesias, te hará que pases un rato de lo más agradable.
Chulilla. Este municipio está situado a una hora aproximada de la capital. Pertenece a Los Serranos y se extiende sobre los pies del Parque Natural Chera-Sot de Chera. Destaca el castillo islámico de Chulilla -desde donde atisbarás unas de las mejores vistas del lugar- y las casas blancas de teja árabe que lo acompañan. La zona está bordeada por montañas y está repleta de bonitas rutas paisajísticas de todas las formas y colores para practicar senderismo. Ojo al dato con la erosión del río Turia, que conforma el impresionante cañón Hoces de Chulilla -160 metros de profundidad y 10 metros de anchura- y por donde se concentran maravillosos parajes naturales como “Los Calderones” o “El Charco Azul”.
Alcira. Esta ciudad se localiza a menos de una hora de Valencia y es la capital de la Ribera Alta del Júcar. El río Júcar y las Sierras de Corbera, Les Agulles y La Murta caracterizan el entorno. Y, precisamente en el Valle de La Murta vamos a fijar nuestra atención para irnos nuevamente de ruta. La Ruta de La Murta es una ruta circular, de esas rutas francamente sencillas, pero no por ello menos bonitas. Es espectacular y sorprende por su vegetación, sus jardines, sus puentes, y, sus ruinas, las del Monasterio de Santa María de La Murta. El acceso a la ruta también es fácil, pues comienza en un amplio aparcamiento con merendero incluido. Sobra decir que las ruinas son el atractivo histórico más importante del recorrido, destacando la Torre de Las Palomas, el elemento que mejor se conserva.
El Parque de Cabecera. Y acabamos nuestras recomendaciones trasladándonos a Valencia ciudad. Concretamente a uno de los parques más especiales de la capital. ¿Sabéis por qué recibe este nombre tan curioso? Porque está ubicado en la cabecera del antiguo cauce del Río Turia a su entrada en Valencia. El objetivo del parque era alargar el ya existente cinturón verde del Jardín del Turia y se consiguió, recuperando el paisaje histórico del río y su cauce y dándole todo el protagonismo al agua como elemento. Su extensión, su vegetación y su topografía lo convierten en un lugar ideal para la realización de diferentes actividades. Cuenta con carril bici, zonas de juegos infantiles, bosques, pinares y árboles exóticos, un embarcadero, un auditorio al aire libre, alguna cafetería, y el Molí del Sol, futuro Museo del Turia.