Un brindis con los mejores vinos… ¿de México?

03/11/2020

 

¿Sorprendido? Sí, cuando hablamos de bebidas, México es mucho más que tequila, mezcal y cerveza; de hecho, la viticultura en el país azteca se remonta al siglo XVI, cuando las vides fueron traídas desde España y comenzó una tradición que ha llegado hasta nuestros días con muy buena salud. Un gran honor que se completa con el hecho de albergar la bodega más antigua de todo el continente americano: Casa Madero, en el fértil valle de Cohauila, sigue en funcionamiento desde el año 1597.

 

Una amplia tradición que, sin embargo, no se ha visto reflejada en el tamaño de su industria; hay otros países latinoamericanos mucho más prolíficos en este sentido, debido a motivos de diversa índole, algunos de carácter histórico: por ejemplo, el rey español Carlos II (siglo XVII) prohibió la elaboración de vino en México excepto para su uso a nivel religioso; más recientemente, los trastornos causados por la Revolución Mexicana a principios del siglo XX; y, algo que también influye, la preferencia de los mexicanos por otras bebidas como el tequila, el mezcal o, incluso, el brandy.

Pero, sobre todo en las últimas décadas, la vinificación en el país está intentando recuperar el tiempo perdido, con catorce áreas vinícolas que exportan un producto de excelente calidad a docenas de países y que, incluso, se han alzado con importantes galardones a nivel internacional; no sorprende, por tanto, que se hable de un renacimiento de los vinos boutique de México, llamados así por su escasa producción y por provenir de parcelas de viñedos muy pequeñas. Exclusividad, al fin y al cabo. Y es que muchos de los mejores restaurantes y completos turísticos, que hasta no hace mucho nunca habrían considerado servir vino mexicano, ahora cuentan con una interesante variedad de caldos locales en sus bodegas.

 

Los principales puntos de la industria vinícola de México se encuentran en el norte, en estados como Baja California (donde tienen su sede el 90% de las bodegas, especialmente en los alrededores del Valle de Guadalupe y la ciudad de Ensenada), Cohauila (hogar de Casa Madero y la también histórica Bodegas Ferriño, fundada en 1860 por un inmigrante italiano), Durango y Sonora, aunque también existen áreas de cierta relevancia en la parte central del país, en estados como Aguascalientes o Querétaro. La variedad de uvas cultivadas tanto para blanco como para tinto son conocidas para los amantes del vino: garnacha, syrah, chardonnay o saouvignon blanc, entre otras.

 

Rutas del vino, catas y festivales

Cualquier buen enófilo que se precie querrá recorrer la Ruta del Vino de Baja California, que une a medio centenar de bodegas alrededor de las ciudades de Ensenada, Tijuana y Tecate. Y para llevarlo a un nivel superior, también existe un buen número de festivales anuales para elegir: Puerto Vallarta celebra en marzo su Wine Fest, mientras que en abril tiene lugar el Riviera Maya Mexican Wine Festival en Playa del Carmen, en la Península de Yucatán; junio trae la Feria de al Uva y el Vino en el Valle de Parras de Coahuila, y agosto, la Fiesta de la Vendimia en Ensenada y alrededores; y también la Feria Nacional del Queso y el Vino en Querétaro o el festival Sabor a Cabo en Cabo San Lucas. Opciones para saborear los bueno vinos de México, como puedes comprobar, no te van a faltar.

De igual manera, debemos hacer referencia al parque temático eco-cultural Xcaret, en Cancún, un lugar privilegiado para obtener una visión global del panorama vinícola durante todo el año: es muy famosa su Bodega Vino de México (arriba), una cava con más de 180 etiquetas de viñedos de todo el país que ofrece visitas guiadas y degustación junto a sabrosos platos mexicanos.

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