Conocida como ‘la isla de la eterna primavera’ gracias a su clima templado durante todo el año (con temperaturas medias de entre 18 y 25 grados), Tenerife es la mayor de las Islas Canarias.
Se la conoce por sus imponentes playas de arena negra volcánica, nada comunes en el resto de España, pero Tenerife también está llena de historia, cultura, entretenimiento y gastronomía; un lugar donde también destacan los atractivos naturales, donde los amantes de la naturaleza disfrutarán de paisajes volcánicos, acantilados, plantaciones de plátanos y bosques de diferente factura.
Hoy queremos compartir contigo ocho puntos de obligado cumplimiento para que disfrutes de Tenerife durante tus vacaciones. Y, atención, es posible que necesites de una segunda visita a la isla para poder conocerlos todos.
Las fabulosas playas de Tenerife
En la parte sur de la isla se ubican la famosa Playa de las Américas, conocida por su animada vida nocturna en la isla.
La Playa de las Galletas, con arena oscura y casi prístina, la Playa de los Cristianos, famosa por su propia celebración del carnaval anual y por ser el lugar desde donde se pueden tomar ferries a las islas de La Palma, La Gomera y El Hierro.
La Playa del Cabeza, ideal para surfear o la Playa de la Tejita, conocida por su parte nudista y su proximidad a la Reserva Natural Montaña Roja.
En el norte, por su parte, todas las playas son de arena negra o gris: las más conocidas con la Playa del Ancón, en La Orotava, apartada del gran público y principalmente nudista; la Playa Bollullo, joya salvaje; y la Playa de la Gargañona, larga, ancha y maravillosamente aislada.
El Teide, un poderoso volcán
Hablamos del pico más alto de España, con 3.715 metros de altura, y también un volcán que, aunque activo, afortunadamente no ha tenido una erupción importante desde 1798.
La impresionante caldera del Teide, es uno de los grandes reclamos de Tenerife, los campos de lava circundantes y la flora local (como el imponente tajinaste rojo, contribuyen a que este parque nacional de 189 km² (73 millas cuadradas) hacen de este punto el más visitado de España, lo han valido para ser Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO y lo convierten, por supuesto, en una visita obligada.
Son cinco horas de trayecto hasta la cima si decides ir a pie, por lo que la mayoría de la gente toma el teleférico. También puedes visitar su célebre observatorio, incluso por la noche, cuando se realizan recorridos de observación de estrellas en un cielo nocturno que es sencillamente espectacular.
La animada capital Santa Cruz
Acurrucada contra las colinas bajas en la costa noreste de la isla y con una población que supera los 200.000 habitantes, Santa Cruz de Tenerife está orientada hacia el Atlántico y ofrece al visitante una animada vida nocturna.
Otro reclamo a nivel turístico, destacan el futurista Auditorio de Tenerife, inaugurado en 2003 y diseñado por Santiago Calatrava, uno de los arquitectos con más renombre de España; el Parque César Manrique, con varias piscinas, obra del famoso artista lanzaroteño del mismo nombre; la Plaza de España, foro principal de la ciudad, marcada por un lago artificial en su centro; y la playa de la ciudad, la Playa de las Teresitas.
A nivel gastronómico, y si te gusta fotografíar de la cocina local, debes visitar el Mercado Municipal de Nuestra Señora de África, con su multitud de puestos de mercado y espacios para comer. En el apartado de museos, destacan los dedicados a las bellas artes, el ejército canario y la historia natural de la isla.
Y, siendo España tradicionalmente católica, también hay muchas iglesias para visitar en la ciudad, donde destacan la Iglesia de Santa Cruz, la Iglesia de San Francisco de Asís y la Iglesia Nuestra Señora de la Concepción (la más antigua de la ciudad, fundada en 1498).
Acantilados de Los Gigantes
Fieles a su apodo gigantesco, los impresionantes Acantilados de los Gigantes se alzan dramáticamente desde la costa del océano como valientes centinelas, llegando en algún lugar hasta los 500 metros de altura.
Ubicados en Santiago del Teide, hay tres miradores principales en esta localidad desde los que podrás disfrutar de panorámicas naturales extraordinarias.
Otros preciosos pueblos de la isla de Tenerife
Tanto el paisaje accidentado como las costas están salpicadas de pueblos encantadores; algunos de ellos, incluso, se remontan a la conquista de la isla a finales del siglo XVI.
Destaca especialmente Garachico, en la costa norte, que en su día fue puerto principal de la isla y aún conserva una hermosa arquitectura de los siglos XVI y XVII.
No se queda atrás Icod de los Vinos (arriba), en lo alto de las montañas, también con una arquitectura de carácter histórico y con empinadas calles empedradas.
El visitante podrá deleitarse con interesantes museos como el dedicado al vino dulce de malvasía y otro a los guanches, extinto pueblo precolombino canario; y no muy lejos de allí encontrarás la Cueva del Viento, el tubo de lava más grande de Europa, superando los 17 km de largo, un enclave también considerado la cueva volcánica más grande del mundo.
Otro de los pueblos destacados de Tenerife es Masca, ubicado en el interior del macizo del Teno y conocido por su cantidad de casas señoriales, iglesias del siglo XVII y viñedos.
Y, claro está, no podíamos olvidarnos de la pequeña ciudad (y la segunda más grande de Tenerife) de San Cristóbal de la Laguna, muy cerca de Santa Cruz, que tiene un hermoso casco antiguo declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO que se remonta a la época de su fundación, en 1496.
Un enorme fósil viviente: el bosque de Anaga
En el extremo norte de la isla, el Parque Rural de Anaga es un mundo aparte. Estos 144 km² montañosos, que cubren el 8% del territorio de la isla, presentan una topografía espectacular que incluye chimeneas volcánicas y barrancos que descienden hasta calas de arena negra, todo ello cubierto por una densa vegetación.
Este bosque encantado es un paraíso para los excursionistas, con multitud de senderos que conectan 26 aldeas.
Entre ellas, se incluye una de las más antiguas de la isla, Taganana, una pequeña aldea encalada que se fundó en 1501, tan solo cinco años después de que los españoles sometieran a los pueblos guanches que les precedieron; de hecho, en el camino local que conduce al pueblo de Afur, te toparás con la Piedra de los Guanches, una losa monolítica asociada con los rituales de momificación.
Mucho más que aves en Loro Parque
Ubicado en Puerto de la Cruz, Loro Parque aún conserva el nombre de los 150 loros con los que comenzó su andadura en 1972; sin embargo, medio siglo después ha multiplicado por diez su tamaño y ampliado notablemente su diversidad de fauna: ya es posible contemplar no solo loros (más de cuatro mil ejemplares a día de hoy), también docenas de especies terrestres, marinas y aéreas, alojadas humanamente y con afecto en instalaciones.
Entre estas especies encontramos caimanes, chimpancés, gorilas, jaguares, delfines, suricatas, pandas rojos, pingüinos, orcas, leones marinos, perezosos, leones y tigres. La visita también incluye un pueblo tailandés recreado con mucha autenticidad y una sala de cine en 3D.
¡A remojo siamés!
El Siam Park es otro gran reclamo y se encuentra en la costa sur de Tenerife, cerca de Adeje. Además de los 25 edificios siameses, encontrarás una docena de increíbles atracciones acuáticas, desde su exclusiva piscina de olas (con una playa de arena blanca) hasta el río lento más grande del mundo. Es muy conocido el tobogán acuático Shinga, de 240 metros de largo, que alcanza velocidades de hasta 30 metros por segundo y ofrece catorce cambios de dirección.
Una auténtica descarga de adrenalina. También hay un área para familias y niños más pequeños.
Imágenes | nanisimova; rusm; deepblue4you; Krizmo; edufoto