Puede que en esta exuberante isla caribeña no haya nieve, pistas para patinar sobre hielo o tradición de chocolate caliente, pero también en pleno Caribe se vive la alegría navideña; y, lo mejor, durante mucho más tiempo. Porque Puerto Rico se enorgullece de tener la Navidad más larga del mundo, un período que dura alrededor de 45 días: comienza tras el Día de Acción de Gracias (es decir, el tercer viernes de noviembre) y dura hasta mediados de enero. Un rango de tiempo con festividades, actividades y puntos destacados que no debes perderte. ¿Preparado para disfrutar de una Navidad diferente?
Gastronomía navideña
En los restaurantes podrás encontrar el menú festivo clásico de Puerto Rico: en arroz con gandules, lechón asado o pernil (dos versiones de cerdo asado) y pasteles (empanadas de plátano verde y carne en forma de tamal). También son típicas la ensalada de patata y la morcilla rellena de arroz. ¿Y de postre? Te encantarán el tembleque, un pudin con sabor a coco cubierto con canela, y el coquito, una bebida espesa también preparada con base de coco y servida en vasos de chupito con un poco de ron. En Nochevieja y Año Nuevo, el plato estrella es el asopao, una sopa de arroz con pollo, ternera, cerdo o camarones.
Asistir a la misa de Nochebuena
Tanto si eres creyente como si no, esta misa que celebra el nacimiento de Jesucristo es una verdadera experiencia cultural; se celebra en la medianoche del día de Nochebuena. Estas misas del gallo se llevan a cabo en toda la isla, algunas incluso con recreaciones de la natividad. Entre los templos con más atmósfera de Puerto Rico se encuentran la Iglesia de San José, del siglo XVI, la Catedral de San Juan Bautista (ubicada en el Viejo San Juan) y la Catedral de Nuestra Señora de Guadalupe, que se encuentra en la segunda ciudad más importante de la isla, Ponce.
Buena fiesta en la víspera de Año Nuevo
Como ocurre en muchas partes del mundo, a los puertorriqueños les encanta disfrutar de multitudinarios encuentros en las calles adoquinadas del Viejo San Juan, donde restaurantes, bares, clubes nocturnos y salones de baile se llenan de energía durante toda la noche. También hay una importante lista de eventos en vivo y fiestas temáticas, entre las que se encuentra la cuenta atrás para la medianoche. Son muy típicos los fuegos artificiales que se lanzan sobre la laguna del Condado y el Centro de Convenciones de Puerto Rico.
Bienvenida a los Reyes Magos
Como en gran parte de los países de habla hispana, uno de los puntos más destacados de la temporada navideña es la Epifanía, el 6 de enero, que conmemora la visita de los Tres Reyes Magos al niño Jesús recién nacido. Son estos Reyes los que traen regalos a los niños puertorriqueños en vez de Santa Claus, que dejan debajo de sus camas cajas de zapatos llenas de hierba o paja para los camellos de Melchor, Gaspar y Baltasar. Una tradición tan extendida que, se calcula, más de 25.000 lugareños y visitantes se reúnen en la ciudad de Juana Díaz (alrededor de una hacia el sur de San Juan) para participar en un homenaje a los Reyes Magos, caracterizándose como ellos; incluso cuentan con un museo en esta ciudad, el único de su tipo en América Latina, que está abierto todo el año.
La Navidad más larga del mundo
Aunque para la mayoría de los países católicos la Epifanía marca el final de la temporada navideña, en Puerto Rico disfrutan cada año de las famosas octavitas, ocho días más de celebraciones: originalmente tenían un enfoque religioso, pero poco a poco se fueron secularizando hasta quedar marcadas con un toque más festivo; de hecho, son típicos los villancicos, que se tocan con instrumentos como guitarras, panderetas y maracas. No cabe duda que en Puerto Rico saben cómo disfrutar de la fiesta, así que si te hacen cortas las Navidades, ya sabes dónde escaparte este invierno.
Imágenes | TexPhoto, Candice Bell, Instants, kamisoka, Discover Puerto Rico