Seguro que más de una vez, mientras esperamos a que el resto de los pasajeros ocupen su asiento durante el embarque, nos hemos fijado en cómo por el lateral derecho del avión, bajo nuestros pies, se introducen las maletas y la carga que nos acompañarán a nuestro destino.
Son las bodegas, que en realidad poco tienen que ver con lo que vemos en muchas películas. Ni se puede acceder a ellas tan fácilmente en vuelo como nos muestran, ni sus compuertas se pueden abrir desde dentro, y mucho menos en vuelo, para aligerar el peso del avión.
Los aviones de pasaje cuentan con entre una y seis bodegas separadas según su tamaño. (Los A320, A321, A330 y A350 tienen bodegas 1,2,3,4 y 5, mientras que los A319 son los únicos que tienen bodegas 1,4 y 5.)
Dependiendo de la aeronave, equipajes y carga pueden ir sueltos dentro de la bodega, sujetos por una red para que no se muevan, o en algún tipo de contenedor o pallet. Las primeras se suelen denominar como bodegas a granel y las segundas paletizadas.
En el primer caso, la forma más básica de cargar y descargar es que uno o dos operarios se introduzcan en la bodega y vayan colocando o sacando los bultos. Algunos aviones cuentan con unas superficies deslizantes para facilitar el trabajo. Una vez colocadas sobre estas las maletas o carga, se deslizan hacia la parte posterior de la bodega, dejando a la vista la segunda sección, y así hasta completar la longitud de la bodega.
En las bodegas para contenedores, en el suelodisponen de unos rodillos motorizados que mueven los contendoresUna vez en su posición, solo resta levantar uno o varios topes, dependiendo del tipo de avión, para que el contendedor o pallet no se desplace de su posición durante el vuelo.
Finalmente, los aviones de wide body suelen contar con una pequeña bodega (en comparación a las otras), donde se cargan equipajes que llegan en conexiones de última hora o retirados de la cabina de pasaje, como los carritos de bebé, por ejemplo. En el caso de Iberia, todos los aviones, ya sean wide body o narrow body tienen esa bodega, la 5, en donde se llevan además los AVIHs (los animales vivos). Los A319 de Iberia no tienen puerta exclusiva para esa bodega y la comparten con la Bodega 4.
Pero, ¿cómo son estas bodegas?
Al igual que la cabina de pasaje, las bodegas llevan paneles en pared y techo que protegen y ocultan los cables y tuberías que recorren estas zonas. En este caso, como están sujetos a golpes que los pueden romper, están sometidos a revisiones periódicas en busca de daños.
Además, al menos una de las bodegas del avión, la delantera, suele estar presurizada y cuenta con calefacción. Ello permite el transporte de animales vivos y de mercancías que requieren un control de temperatura, como por ejemplo las vacunas y muchos medicamentos o alimentos o flores. Normalmente, la temperatura puede regularse entre cero y 20 o 25 grados centígrados.
Las bodegas además cuentan con varios sistemas de seguridad como detectores de humo o de calor y de extinción de incendios. Además, el sistema de aire acondicionado de los aviones está diseñado de tal forma que el aire se mueve desde la cabina de pasaje a las bodegas, y de allí, bien al exterior, o a los compresores, donde se mezcla con aire nuevo y regresa, tras pasar por los filtros HEPA, a la cabina de pasaje.
Con este circuito se evita que los olores, gases o humo que se puedan producir en la bodega lleguen a los pasajeros. Además, la bodega cuenta con paneles especiales que permiten su despresurización sin causar daños a la compuerta o al techo, que es además el suelo de la cabina de pasaje.
Antes hemos dicho que las bodegas no son fácilmente accesibles en vuelo. La realidad es que aunque en los aviones de dos pasillos puede haber una forma de llegar a la bodega delantera, ello no significa que podamos bajar a coger de nuestra maleta algo que hayamos puesto dentro y necesitemos en vuelo.
En algunos aviones, bajo la cabina de los pilotos se encuentra la denominada bodega o compartimento electrónico. Allí se encuentran la mayoría de los ordenadores de los sistemas del avión. A esta pueden acceder por una escotilla en el suelo de la cabina, y desde allí a la bodega, de la que está separada por un mamparo con una puerta. Pero si abriéramos esta en vuelo, lo más seguro es que nos demos de narices con uno de los laterales de un contenedor que nos impediría dar un solo paso dentro de la bodega, y mucho menos acceder a cualquier equipaje.
Por cierto, tampoco es accesible el espacio entre el techo de la cabina de pasaje y la parte superior del fuselaje, salvo que contemos con las herramientas precisas.
Vamos, que lo que nos muestran muchas películas que transcurren en aviones, no es más que cine fantástico.
Otra curiosidad es que Airbus diseñó para sus aviones de dos pasillos una zona para el descanso de la tripulación que va situada en la bodega trasera. Se trata básicamente de un contenedor de carga con camas para los TCP. Esta zona no puede estar ocupada en despegues y aterrizajes, y se accede mediante una escalera en la cabina de pasaje. Además, cuenta con una escotilla de emergencia a la misma cabina.
Autor: Fly News